Sevilla festival de cine 2008 El nuevo cine italiano se afianza en el certamen

"Italia es un país con poca memoria"

  • Nicola Giuliano, productor de 'Il Divo', presenta la película que retrata la vida del controvertido político Andreotti

"Italia es un país con poca memoria; lo olvida todo: sus responsabilidades y su pasado". Así opina Nicola Giuliano, productor de la película Il Divo, un cáustico retrato sobre la figura del controvertido político italiano Giulio Andreotti, que se presentó ayer en el Sevilla Festival de Cine, después de triunfar en Cannes y con cinco nominaciones a la Academia del Cine europeo bajo el brazo.

La película del director Paolo Sorrentino "no es una cinta política, sino que responde a la voluntad de indagar sobre la vida privada y pública de un personaje que está presente en la vida italiana", manifestó el artífice de la producció n.

Para tal empresa, el director de Las consecuencias del amor ha contado con Toni Servillo, su actor fetiche, para dar vida a un político que, pese a haber estado procesado por escandalosos casos de corrupción y conexiones mafiosas, "despierta simpatías igual que lo hace Berlusconni", apuntó Giuliano. "No es una película maniquea -advirtió Giuliano-, ni trata de delimitar dónde está el bien y dónde el mal. El desafío era mostrar la soledad del poder". Un poder que, según ha quedado ya para los libros de Historia como una de las frases célebres del octogenario líder de la Democracia Cristiana, "desgasta sólo al que no lo tiene".

Dicen que la realidad supera la ficción. Giuliano sostiene que "el estilo grotesco, surrealista y casi irreal de la política italiana supera lo que cuenta la película". Por ello, el productor de la cinta manifiesta que "Italia mira con interés y cierta envidia a España" debido a la "acción contraclerical" de los últimos quince años, mientras que en el país transalpino "la Iglesia ha recuperado un poder que había perdido", circunstancia que ha aprovechado para "reescribir la historia". La razón para esta amnesia responde a la "política cultural " italiana.

Un filme éste que tiene varias cosas en común con Gomorra, la cinta de Matteo Garrone. Las dos películas tienen cinco nominaciones a los premios de la Academia Europea de Cine, están protagonizadas por Toni Servillo y el reconocimiento les llega a sus directores después de años y "varias tentativas para afirmarse ante el público". Según Giuliano, después del "éxito" de ambas películas "el cine italiano debería replantearse su futuro y alejarse de la comedia italiana".

Y de Italia a Islandia. La directora Solveig Anspach presentó ayer, dentro de la Sección Oficial, Back Soon. "La venganza" la motivó a materializar el guión que estuvo "dos años sin lograr financiación", dijo. La cinta, coproducida finalmente con Francia, es "como la vida misma, con algo de poesía", la misma a la que se dedica también la actriz protagonista, Didda Jonsdottir. La película narra la historia de una vendedora de marihuana que quiere dejar el país hastiada de la fría Islandia. El millón escaso del presupuesto ha dado, sin embargo, para contar en el reparto con el premio Nobel islandés Todd Willianson y con un famoso cantante de ópera para que salieran en la película como clientes del negocio de marihuana. "Fue lo que más trabajo costó de toda la película", confesó Anspach.

Los triángulos amorosos también están presentes en el festival con Black Ice, la coproducción germano-finlandesa de Petri Kotwica. La protagonista, Outi Mäenpää, describió la historia como "una amistad que nunca se debió producir" entre una mujer y la amante de su marido. Mäenpää aseguró que es el papel más importante de su vida porque "raramente las mujeres tienen posibilidad de tomar decisiones" en las películas, y ésta muestra cómo "todo el mundo puede cometer errores sin que nadie sea culpable".

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