Big, Big, Big | Festival de cine de Sevilla

El espectáculo de la resistencia

Carmen Haro y Miguel Rodríguez en una imagen de su propio ensayo fílmico.

Carmen Haro y Miguel Rodríguez en una imagen de su propio ensayo fílmico.

Hay un gesto y un propósito verdaderamente radicales en esta Big, Big, Big co-firmada por Carmen Haro y Miguel Rodríguez: someterse a la tortura de pasar treinta veces por un filme, Big (1988, Penny Marshall), que no les pertenece generacionalmente a pesar de ocupar un lugar de culto entre el mainstream popular. Un gesto que materializa la figura de la pareja en el sofá ante el monitor como trasunto de los nuevos modos espectatoriales sometidos a una suerte de aislamiento de laboratorio.

Agotar y agotarse con Big, también con la complicidad y las lecturas, a veces delirantes, otras lúcidas o perversamente críticas, algunas gozosamente etílicas, de sus amigos y familiares, situados no sabemos si voluntariamente por encima y por debajo del espectador natural de aquel filme. Con todo, este ensayo se abisma aún más al proponer a su interlocutor una valoración de su propio alcance. Casi sin darnos cuenta, también nos hemos convertido en intérpretes de sus límites, aunque no hayamos tenido que pasar por los treinta visionados que ponen a prueba la paciencia de la mirada, el cine concebido como proceso artesanal y abierto y la resistencia misma de la pareja.