Festival de cine de Sevilla

La carrera por el Giraldillo de oro

La Sección Oficial de esta edición conforma un mapa diverso, intergeneracional y transversal del actual cine de autor europeo y consolida el regreso a Sevilla de algunos viejos conocidos e incluso premiados, junto a valores emergentes que cuentan ya con una filmografía corta pero sólida.

Dentro del primer grupo de veteranos e incuestionables destaca el italiano Marco Bellocchio con Il traditore, su particular acercamiento a la historia reciente italiana a través de la figura del pentito mafioso Tomasso Buscetta, una nueva entrega en esa constante búsqueda de un modelo personal de cine de compromiso político del que el director de Buenos días, noche, es uno de los últimos grandes exponentes en Europa. No parece renunciar a unos mismos principios el francés Robert Guédiguian, que presenta ahora Gloria Mundi para dictaminar el estado de la clase obrera en tiempos de Macron desde su Marsella natal y con su elenco habitual.

También dispuesto a tomarle el pulso al mundo contemporáneo desde el estilo, el palestino Elia Suleiman viaja en De repente, el paraíso desde su país a Nueva York con bandera francesa y ese reconocible ojo para detectar el absurdo cotidiano. También el cine y lo autobiográfico son los protagonistas de Tommaso, del italoamericano Abel Ferrara, protagonizada por Willem Dafoe. Tras ser galardonado con el Giraldillo de Honor en 2018, el sueco Roy Andersson regresa al SEFF con su nuevo filme, premiado en Venecia, Sobre lo infinito, una personal visión de Las mil y una noches a través de sus estilizadas viñetas cargadas de humor negro.   

A una generación más joven pertenecen ya otros ilustres cineastas europeos que mantienen un cierto idilio con el SEEF. Es el caso del francés Bruno Dumont, que completa en Juana de Arco la edad adulta de la heroína mística, también de Nadav Lapid, que en la poderosa Sinónimos se marcha a París para reflexionar una vez más sobre la identidad nacional israelí, del rumano Corneliu Porumboiu, que regresa ahora a su particular concepción del cine de género en La Gomera, la austriaca Jessica Hausner, en concurso con Little Joe, la francesa Justine Triet, en su enredo sentimental-cinéfilo Sibyl, la macedonia Teona Strugar Mitewska (Dios existe, su nombre es Petrunya), el ucraniano Valentyn Vasyanovych (Atlantis), el portugués Joao Nicolau, que en Technoboss pone en marcha una peculiar road movie musical, o el exquisito italiano Pietro Marcello, que adapta a Jack London en Martin Eden. Tres cineastas españoles se suman a la contienda: Albert Serra (Liberté), Rodrigo Sorogoyen (Madre, que será la película inaugural), y Eloy Enciso, que con Longa Noite ha esculpido la otra memoria histórica en la noche sombría del franquismo.      

Como ya ocurriera en 2018, la animación adulta se abre paso sin complejos con La famosa invasión de los osos de Sicilia, de Lorenzo Mattotti.

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