Isamay Benavente |Directora del Festival de Jerez

“Afortunadamente, el coronavirus nos ha afectado muy poco”

  • La máxima responsable del Festival hace balance de esta XXIV edición en la que ensalza el “nivel artístico” y se queda con la buena acogida de los cursos de fin de semana

Isamay Benavente, en su despacho del Teatro Villamarta.

Isamay Benavente, en su despacho del Teatro Villamarta. / Manuel Aranda

Hágame un balance de esta recién finalizada XXIV edición...

Bueno, la verdad es que estamos muy contentos porque ha sido una edición peculiar por aquello del coronavirus. Afortunadamente, no hemos tenido ningún caso, que podría haber sido una crisis para el festival. Luego, en lo artístico creo que ha sido una edición con un nivel altísimo y donde muchos artistas han presentado propuestas nuevas, arriesgadas, de nivel...Sinceramente, he tenido una sensación de 'casa de los artistas' este año, porque los he visto a todos encantados de venir y al público muy abierto a sus propuestas. Lo mismo te hablo de artistas consagrados como Rafael Estévez y Valeriano Paños, que son Premio Nacional de Danza, como Mercedes de Córdoba o María Moreno, que ya habían pasado por el Festival pero nunca con espectáculos propios de envergadura. Todo eso ha sido acogido de manera estupenda. Por todo eso, mi balance es muy positivo. 

Sí que parece que el cambio generacional es una realidad...

Sí, a veces se integran con el presente, como el paso a dos de Rafaela Carrasco con Gabriel Matías, que se me ha quedado en el recuerdo, o vienen empujando con fuerza, como el caso de Paula Comitre, que estuvo brillante. Creo que es así, que las nuevas generaciones vienen con muchas ganas.

¿Ha sido este año el Festival más visible de cara al exterior?

Yo creo que sí y de alguna forma era un objetivo que nos habíamos marcado desde hace dos años. Nuestra idea era intentar atraer a más público nacional y para eso hemos dado varios pasos, por un lado impulsar los talleres de fin de semana, buscando a ese público que a lo mejor no puede quedarse una semana en los cursos pero sí puede venir un fin de semana a disfrutar de ellos y del ambiente. Luego, por otro, hemos invertido mucho en comunicación, sobre todo en estar visibles en todo el tema redes e incluso hemos renovado la página web, y estabilizar, de alguna forma, nuestra presentación en Madrid. De hecho, en estos dos últimos años, después de la presentación me he quedado allí varios días haciendo promoción en medios. En fin, todas esas cosas están dando sus frutos y ya se sabe, hoy día o te subes al carro de las nuevas tecnologías o te quedas obsoleto. Nuestra idea es que el Festival se convierta en un grandísimo escaparate de la ciudad junto con la Feria, la Semana Santa o las motos, y aunque no vengas a los cursos, sí que perciban el ambiente que se respira en la ciudad en estos meses de febrero y marzo.

Ha hablado de esa nueva oferta formativa de los fines de semana. Entiendo que va a continuar...

Sí, está claro que ahora después del Festival tengo que sentarme con mi equipo y evaluarlo todo, pero la primera sensación que tenemos es que estos cursos o talleres han tenido en torno al 75 o el 80% de ocupación que es una ocupación muy alta. Además, hemos detectado que viene más público nacional que internacional a ellos. En esta nueva oferta había también varios niveles, y de hecho a los cursos de Eva Yerbabuena han venido muchos profesionales, y a otros, como el de la bulería que ha hecho María del Mar Moreno el nivel era más básico, pero ambos han tenido mucha afluencia. Creo que aunque ha sido una apuesta que nos ha exigido mucho, sobre todo porque hemos usado los mismos recursos de personal, hemos salido victoriosos.

Como ha dicho antes, el coronavirus no ha afectado demasiado a los cursos...

Bueno, está claro que no haber tenido esa amenaza los datos hubieran sido aún mejores porque al margen de muchos ciudadanos chinos que cancelaron sus cursos antes de empezar, ha habido muchos cursillistas que aún matriculados no han venido por miedo. Nos ha pasado con gente de Israel, por ejemplo, gente que no se ha atrevido a venir porque sus países no le aconsejaban viajar por Europa. Creo que ha sido una alarma excesiva, pero afortunadamente la hemos sufrido poco. Quizás más en la segunda semana, cuando salió el foco en Italia. Incluso ha habido episodios un poco desagradables con italianas que tenían reservado el piso aquí y les cancelaron la reserva. 

Este año se estrenaba nuevo espacio, el de la segunda planta de los Claustros. ¿Qué conclusiones saca?

Lo de hacer un programa intensivo justo el fin de semana del medio del Festival en torno a un concepto, creo que es una idea que podemos desarrollar y mantener. El espacio, en cambio, no lo vamos a volver a utilizar, no por nada, sino porque es un espacio que no se va a dedicar a eso, se va a dedicar más a temas expositivos. Ha sido un poco difícil, primero porque hemos llegado con las obras recién acabadas, y luego es un espacio que para las artes escénicas presenta problemas porque es un dormitorio estrecho y alargado. En algunos casos ha funcionado mejor que otros, pero no lo vamos a usar. 

O sea que habrá que seguir buscando ese anhelado espacio intermedio entre Compañía y Paúl...

Eso es, tenemos que buscar un espacio intermedio que nos permita traer a compañías que a lo mejor no van a llenar 1.200 plazas pero a las que la Sala Compañía o Paúl se le quedan pequeñas. Ese es un problema que llevamos arrastrando desde hace años, pero ahora, de cara a este 25 aniversario que llega, vamos a intentar resolver. Creo que hay un par de espacios a la ciudad que se pueden adaptar, pero tengo que verlo con el Ayuntamiento.

 Este año se adelantó una semana el Concurso de Baile Flamenco Puro de Turín, ¿qué balance hace?

Muy bueno. Ya llevamos dos años y aunque ellos quieren hacer el concurso de manera bianual, este año le pedimos que repitieran para que la gente se acostumbrara a la plaza nueva. Es una gente que trabaja muy bien, que cuida a los participantes, y que a nosotros nos da la posibilidad de alargar el festival una semana más. Está claro que no trae tanta gente que los cursos, pero en este caso concreto, una semana antes del Festival había aquí en Jerez 150 personas participando en dicho concurso. El año que viene no habrá concurso, pero les he pedido una cosita especial que ya veremos. 

Dentro de la agenda intensa que ha tenido durante el Festival, ha habido por segundo año una asamblea de la asociación de festivales flamencos, ¿qué tal ha ido?

Ha sido muy productiva, porque hemos hablado de muchas cosas. Entre ellas yo destacaría los encuentros que hemos tenido con los cargos máximos de la Agencia de instituciones Culturales donde hemos aprendido mucho. Personalmente estoy contenta de que la asociación vaya dando pasos porque creo que la unión hace la fuerza. Somos festivales diferentes, nacionales, internacionales, pequeños, grandes, privados, públicos...pero me parece que es positivo que tengamos un foro donde establecer todas las cosas que nos unen. Tengo una buena experiencia en ese sentido con la ópera y espero que con el flamenco pase lo mismo. De hecho, hemos encargado un estudio a la Universidad de Málaga para analizar todo lo que aportan los festivales. 

Este pasado fin de semana han salido los candidatos a los Premios Max de las Artes Escénicas y en ellos hay muchos espectáculos que han tenido especial apego a este Festival...

Sí, estoy muy contenta de ello. En el Festival de Jerez podemos estar orgullosos de ser una plataforma para acompañar a los artistas y eso nadie lo niega, de hecho algunos lo han dicho públicamente, pero tanto los artistas locales como los no locales. Eso es muy bonito. Olga Pericet, Liñán, Marco Flores, Rocío Molina...hemos acompañado a muchos y eso al final los artistas lo devuelven. Esa es una política muy de Paco López. Recuerdo que cuando empezamos con la lírica, nos decía 'no podemos competir con el dinero de los teatros grandes, pero sí con profesionalidad y cariño' y así ha sido. Creo que tenemos buenísima relación con artistas que son Premios Nacionales o que están en lo más alto. El mejor ejemplo ha sido Rubén Olmo con el Ballet que ha querido estrenar aquí. 

A estas alturas, el pasado año tenía usted ya casi cerrado el festival del año siguiente. Teniendo en cuenta que en 2021 se celebran los 25 años, imagino que las propuestas que está recibiendo serán innumerables...

Bueno, ya hemos recibido muchas propuestas, aunque también este año, al ser un año Bienal, veremos muchas cosas. Yo tampoco quiero crear una expectativa enorme con este 25 aniversario porque económicamente no tenemos para hacer grandes fastos. Intentaremos hacer el mejor festival posible y luego hacer algunos guiños a la historia. También quiero recordar a la figura de Antonio Ruiz Soler, porque coincide con su centenario.   

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