La aventura comenzaba en el año 2015 con ‘Quimeras del Tiempo. Mi Cante’, un trabajo discográfico que consiguió poner a Ezequiel Benítez de flagrante actualidad tras una etapa algo ausente. Fue tal la repercusión que sus cantes sonaron en los mejores festivales recibiendo, a la vez, unas críticas más que favorables.

Tres años más tarde editó el segundo número de la trilogía, con el título de ‘Recuer2’, siguiendo la misma línea que el primero, o sea, recuperar nombres en el olvido, incluso descubrir a algunos prácticamente desconocidos por el gran público. Pero todo con la firme intención servir de vehículo entre pasado y futuro, es decir, ofrecer a la juventud una mirada fresca de lo añejo. Y desde la noche del viernes ya suena el tercer y último disco de esta gran obra. En ‘Ilus3’ el cantaor jerezano vuelve al mercado con un discurso musicalmente más amplio pero dentro del concepto anterior.

Con el acompañamiento de Paco León, que asume el total protagonismo en la guitarra del disco, Ezequiel se sumerge en nueve cantes repletos de personalidad y letras mayoritariamente novedosas. En la peña la Bulería tuvo lugar su puesta de largo ante un público entregado y llegado desde distintas partes de la región. Sorprendió la variedad de estilos, que caminaron entre la trilla inicial hasta las bulerías del final en las que se acuerda de artistas como La Paquera, El Torta o Luis de la Pica.

Gustan las bulerías de Manolito el de María. El cantaor gana considerablemente en el directo, con su particular bondad en la mirada. Es humilde y eso se valora. Taranto de Manuel torre, tanguillos de Cádiz, livianas, bulerías por soléa, granaína de Juanito Mojama, fandangos de Lucena de Cayetano Muriel ‘Niño de Cabra’ y unos fandangos tan personales como autobiográficos rematan un trabajo que supera las ya altas expectativas. Podemos decir que Ezequiel lo ha vuelto a hacer culminando por todo la alto una gran etapa.