Con la responsabilidad que supone cantar delante y más aún hacerlo en su casa, Miguel Ángel Soto Peña ‘El Londro’ vive las horas previas a su actuación en el Palacio de Villavicencio con el clásico resquemor que da la profesión. Sabe que no puede desaprovechar la posibilidad y es consciente de que pasar el examen con buena nota, con su disco a la vuelta de la esquina, le

—Deseando que sean las siete de la tarde....

—No lo sabes bien. Estoy deseando que llegue la siete y poder salir al escenario, llevo unos cuantos días que para mí se quedan, me salgo del pellejo. Sinceramente, estoy loco por terminar y ver cómo ha ido la cosa.

—Parece que no pero cantar sin micrófono tiene su miga ¿Da respeto?

—No creo que sea respeto, da preocupación porque no estamos acostumbrados a cantar sin micro y no tener sonido, pero bueno, si te digo la verdad es una cosa que me atrae. Es una buena prueba o una buena ocasión para escuchar a tu propia voz, no hay excusa ninguna. Lo único que quiero cuidar es que la voz no se tape mucho con las palmas. El otro día estuve viendo a David Lagos y creo que como lo hizo él hay que hacerlo.

—¿Qué le preocupa más, cantar en Jerez, hacerlo sin micro o estar solo delante?

—Sobre todo cantar solo delante porque es algo que no hago muy a menudo. No me da miedo pero sí respeto, aunque supongo que cuando llegue y me vea allí se me pasara todo.

—Aunque su disco se ha retrasado, escucharemos temas de él, ¿no?

—Sí claro. He tratado de adaptarlos al acústico, y la verdad es que se ma he hecho difícil porque estás acostumbrados a escucharlo con sus coros y demás, pero creo que Santi y yo hemos trabajado para dejarlo lo más parecido posible. Haré marianas, cantes de levante, serranas, peteneras, soleá, en fin, un poquito de todo porque tengo una hora.

—Mariana, petenera, tarantos, serranas... Oyéndole decir los cantes que va a hacer cuesta creer que es usted de Jerez.

—(Risas) Sí que es verdad. Supongo que será por el hecho de haber trabajado tanto para el baile. En las distintas compañías en las que he estado he hecho temas de este tipo y eran cosas que me llamaban la atención. Les he dado mi propia personalidad, que siempre es importante, y se me dan bien. Espero que a la gente le guste, no son cantes habituales por aquí, pero son muy bonitos”.

—Eso de que los cantaores de Jerez no salen de la soleá, seguiriya y la malagueña parece haber quedado atrás...

—Creo que tanto yo como otros cantaores de mi generación, el caso de David Lagos por ejemplo, le hemos visto más color a las cosas y hemos buscado otras inquietudes. Siempre es bueno aprender y el hecho de cantar para bailar y sobre todo de haber salido fuera constantemente nos ha abierto mucho la mente.

—¿Cuándo vamos a poder encontrar ‘Luna de Enero’ en el mercado?

—Eso digo yo. Más que ganas que tengo yo no las tiene nadie. La verdad es que últimamente hemos tenido algunos problemas con autores, que han frenado la grabación, y con la distribuidora. Teníamos previsto tenerlo el día 9 de marzo, aunque por ahora nada. Pero bueno, como son cosas que no dependen de mí sólo me queda esperar y ojalá que la espera sea para bien. Me hacía mucha ilusión presentarlo oficialmente en el Festival, pero ya se sabe. Lo haré con el recital y ya veremos cuándo lo podemos ver por fin en el mercado.

—Cantar delante por primera vez en el Festival, ¿qué sensaciones le transmite?

—Sé que tengo mucho que ganar y poco que perder. Siempre he querido cantar delante, pero a veces por la necesidad económica uno tiene que tirar hacia atrás. No me arrepiento porque me gusta mi trabajo, pero bueno, ahora tengo la oportunidad de desquitarme. Habrá que estar con el corazón muy caliente y la cabeza muy fría.

—¿Cómo lleva usted la crisis porque habitualmente le hemos visto en Villamarta y este año sólo ha pasado por la Compañía? ¿Tal mal está la cosa?

—(Risas) Bien no está pero bueno, también han sido circunstancias y casualidades. Algunas veces algunos artistas piensan que por estar trabajando con Mercedes (Ruiz), con la que he hecho muchas cosas, no tienes tiempo para más y al final se olvidan de ti. Pero vamos, que el viernes también estaré en Villamarta con Rafael Campallo.

—¿Con qué le gustaría que se quedara la gente de su recital?

—Sobre todo que me entiendan, que comprendan mi cante y que mi personalidad encima del escenario sea bien recibida. Ojalá pueda superar el listón que dejó David (Lagos). Estuve allí viéndole y lo hizo muy bien. Me conformo con hacerlo igual de bien que él.