“De las veces que he venido, es la que estoy más tranquilo”
XXIII Festival de Jerez | José Maldonado. Bailarín/Bailaor
El artista barcelonés se estrena en solitario en el Festival con ‘Bodegón’, donde aúna baile y pintura
Jerez/–Hasta ahora le hemos visto varias veces en el Festival, las últimas con Manuel Liñán, Flamenconautas y La Piñona, ya era hora de tener una oportunidad en solitario...
–Pues sí, creo que en total han sido cinco o seis veces las que he venido al Festival, pero con una propuesta mía es la primera vez, la verdad es que ya tenía ganas.
–¿En qué consiste ‘Bodegon’, un espectáculo que estrenó en 2016 y que ha ido madurando?
–Bueno, ‘Bodegón’ surge como un encargo del Festival de Chateauvallon, en Francia. No era exactamente un espectáculo, querían que fuera bailando y pintando. Acepté la propuesta y se me ocurrió hacer un bodegón. Al principio iba a ser yo solo bailando con músicos y a la vez iba pintando elementos en un lienzo. Pero luego, me llamaron y me pidieron que fuese alguna mujer y un artista invitado, entonces le di otra vuelta de tuerca pero ya tenía que ser una obra. Decidí plasmar todo el proceso creativo por el que había pasado, es decir, del enfrentamiento al blanco, después cómo aparece la inspiración, cómo te quieres apropiar de ella y moldearla, luego la duda y finalmente llegar al fruto y por supuesto, su contemplación.
–Desde que se estrenó ¿lo ha representado muchas veces?
–Bueno se estrenó en Chateauvallon, luego estuvimos en el Festival de Casa del Lago en Méjico, en el Festival Flamenco Madrid y ahora en Jerez.
–Por regla general, los espectáculos cambian conforme uno los va trabajando y en ‘Bodegón’ he visto que se han modificado los invitados...
–Para llevar a cabo el papel del maestro, siempre tuve claro que sería bueno cambiarlo cada cierto tiempo. Empezamos con Antonio Canales y ahora está Javier (Latorre). Para mí ambos, como figuras masculinas, han sido mis referentes y con los que he empezado a trabajar, primero fue Javier y de seguida me llamó Antonio. En el caso del papel de Carmen (Angulo), yo la conocí en una gira por Emiratos y me enamoré de su baile porque es una musa, es una mujer insipiradora. Además, como la danza española coincide en su desarrollo con la epoca del bodegón, pensé que era bonito unir las dos cosas. Por motivos personales, Carmen no pudo estar en Madrid y lo hizo Carmen Coy, que es otra pedazo de bailarina y musa, que me acompañará en Jerez también.
–Sus últimas apariciones en el Festival, tanto con Reversible de Liñán como con Emovere de La Piñona, y por supuesto con el zorongo de Flamenconautas, han sido muy exitosas para usted, ¿le da miedo que le exijan demasiado en esta ocasión?
–Para nada. Está claro que uno quiere que guste, y personalmente me encantaría que el público disfrutara y se emocionara porque al final es lo que persigo. Evidentemente, habrá gente a la que conmueva y no, pero lo que está claro es que el trabajo que presento, está muy bien hecho, no es el estreno en el que te la juegas, sé lo que presento. Lo que sí me preocupa es que ese día esté brillante, porque lo de bailar y pintar no es fácil. Sólo montar el lienzo y preparar las pinturas ya agota.
–Como usted dice, no debe ser sencillo mezclar dos artes...
–No, sencillo no es, pero también tiene su parte positiva, y es que nunca llegas a desconectar, no hay ese momento en el que sales entre cajas y empiezas a pensar si te ha salido bien o mal, sino que dejas de bailar y ya estás metido en otra película.
–Lo que sí es cierto es que ahora es usted el protagonista, nada que ver con sus anteriores visitas a Jerez...
–No tiene nada que ver. Recuerdo que cuando bailé en ‘Reversible’ estaba supernervioso porque quería bailar muy bien, y luego también tenía el diseño del vestuario que fue complicado, entre otras cosas porque era la primera vez. Luego, con ‘Emovere’ estaba atacado pero desde otro punto de vista. Yo lo había hecho, pero no era para mí, entonces tiene la sensación de que no lo puedes defender y sólo piensas en que lo hayas adaptado bien a la artista, en este caso Lucía, que lo iba a realizar. Ahora, sin embargo, estoy mucho más tranquilo, porque sé que ahora todo depende de mí, para bien o para mal.
–Usted ha trabajado con Rafaela Carrasco, Marco Flores, Antonio Canales, Javier Latorre, Manuel Liñán...Vaya maestros...
–Sí, creo que todo lo que soy es gracias a ellos. Yo me considero artista desde pequeño porque he sido una persona muy creativa, pero ellos han sido los que me han moldeado. Veo mucho reflejo en todo lo que hago de los que has dicho, incluso alguno más que no has dicho y han sido igual de importantes. Ahora me doy cuenta que siempre he intentado coger la esencia de cada uno de ellos, y ahora es cuando lo veo. Digo, ‘esto me ha venido por lo que monté con Rafi (Carrasco)’, con Belén López, que también me ha marcado muchísimo...
–Tiene usted 33 años pero tiene una trayectoria muy amplia...
–Sí, empecé con 16 años. Me dieron una beca para el Ballet de Murcia y allí estaba Javier Latorre, que me montó una farruca. Y a partir de ahí, ya empecé a trabajar, en Madrid, tablaos...
–’Bodegón’ es su segundo espectáculo en solitario, ¿cuesta mucho hacerse un hueco?
–Sí, imagino que para todos no es igual de difícil ni igual de fácil. Yo personalmente estoy contento con lo que soy. Estrené el primero y no se hizo nunca más. Lo intenté vender, no salió y bueno, para mí ha sido como un máster, fue ponerme a prueba para saber si era capaz de hacerlo. Quizás uno siempre quiere hacer las cosas más veces, pero tampoco me frustro, porque todo no es hacer un espectáculo, hay otros proyectos que también me motivan.
–Ya que habla de ello, ¿aué proyectos tiene en perspectiva?
–Bueno, como bailarín estoy con un espectáculo de Pep Tosar sobre Federico García Lorca, que considero que es un bombón de espectáculo, al menos estoy aprendiendo muchísimo. Además, sigo yendo con Manuel (Liñán), y también estoy montando muchas coreografías para compañías como la de Carlota Santana, por ejemplo, con la que estamos preparando un espectáculo donde también bailaré; con Alba Heredia, con la que estamos preparando su próxima propuesta. Además, este año voy a trabajar con una compañía de Toronto y otra de Estados Unidos, a la que les estoy haciendo el guión; bueno, estoy montando una pieza para el Conservatorio María de Ávila. No me quejo, sobre todo porque no es sólo bailar, también coreografío y perfilo, que a mí me encanta.
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