"Los flamenquitos sólo viven en el Zoo". A Fernando no le gusta "nada" este tipo de diminutivos. Tiene 18 años y toca la guitarra como un artista. A pesar de su corta edad, se considera flamenco "del tó" porque "lo llevo dentro, lo he vivido así". Este joven de Santiago conforma, con otros siete chavales más, el grupo 'Soniquete', que mañana domingo presenta en la Sala Paúl, a medianoche, su nuevo y primer disco, 'Asignatura flamenca'.

Con el fin de promover el flamenco entre los más jóvenes de los barrios de la ciudad y promocionar a nuevos talentos, Carlos González Pantoja creó en mayo de 2004 un taller con el nombre de 'Terremoto de Jerez'. Desde entonces ha realizado una continuada labor de trabajo con chavales. Tras varios años de andadura, en febrero de 2007 son los propios jóvenes los que deciden llegar más lejos y buscan difundir a través del asociacionismo los valores del flamenco. Así, junto a Carlos y al productor y compositor Josema García-Pelayo, surge la asociación 'Soniquete Alendoy S. L.', que le da nombre a este nuevo grupo de flamenco. Una formación abierta en la que entren y salgan los jóvenes artistas que vayan creciendo al amparo de estos talleres flamencos, en colaboración con el Ayuntamiento de Jerez, la Agencia Andaluza Para el Desarrollo del Flamenco y la Fundación Teresa Rivero. La edad de los alumnos oscila entre los 8 y 19 años y los talleres tienen una duración de hasta nueve meses, en los que participan profesores destacados y hasta los propios antiguos alumnos.

Tienen edad para casi seguir jugando como niños en la calle, pero ya piensan seriamente en su futuro. Algo que hace unos años era tan sólo diversión: las palmas, el toque, el cante en pandilla, ahora puede ser un sustento de futuro. Así, en el currículum de estos artistas hay ya actuaciones en el Villamarta con Moraíto, en el Festival de Jazz de Madrid, en peñas de la ciudad; han contado con la colaboración de Gerardo Núñez, el recientemente fallecido Fernando Terremoto, Jesús Méndez; han participado en el disco de Muchachito... "Del juego surgió 'Soniquete', de jugar al flamenco", dice Carlos. Así, el disco incluye soleás, fandangos, bulerías, tangos, rumbas y hasta un rock and roll. Flamenco de antes y de ahora, con la participación de Luis Carrasco, Luis de Periquín, Antonio de los Ríos Madriles, el Bo y José de la Melchora, entre otros. Una retahíla de artistas que apoyan proyectos con futuro. "Creo que en el momento actual no se apuesta por nuevos grupos. Sabemos cómo está la cosa con la crisis, pero nosotros apostamos por nosotros mismo, por vender discos y por que se nos conozca. Ya tenemos varios proyectos como con el Instituto Cervantes, Canal Sur con Paco Lobatón y queremos hacer unas galitas en Barcelona", comenta Carlos, que añade que estos talleres "son una manera de enseñar a estos niños a escuchar flamenco, porque el problema que tiene este arte es que nadie te educa en su apreciación".

Jesús de los Ríos, Teresa Moreno, Fernando Romero, Reyes Moreno, Dolores Carrasco, Manuel Marín, Junquera Carrasco y Manuela Fernández son nombres para recordar. Son 'Soniquete' y en su sangre llevan la herencia de grandes sagas de la ciudad como la de los Morao, los Jero, Mijita, Sordera, Terremoto, Tomasito... Jóvenes "con mucho respeto por el flamenco, porque la vergüenza para subirnos a un escenario sí la hemos perdido", asegura Fernando, quien se está sacando ahora el Graduado, "soy el único que no lo tiene todavía. Y también me estoy preparando para ser productor. Ah, también compongo". Por su parte, Reyes, que canta y baila, recuerda que al principio "nos tomábamos el taller como un juego porque éramos más niños. Ya no, aunque nos lo seguimos pasando muy bien. Queremos llegar lo más lejos posible". Teresa, la más tímida, también cantaora y bailaora, dice que al principio no quería actuar, por vergüenza, "hasta que un día me engañaron y me solté. Y hasta ahora. La verdad que esto siempre me ha llenado porque lo he vivido".

La empresa trabaja en la actualidad con otras jóvenes promesas en la grabación de una maqueta, con la intención además de llevar este iniciativa a otras localidades como Chiclana o a la propia Sevilla. Los talleres tienen hasta una obra de teatro, 'Camerino Flamenco', estrenada el pasado año en la Sala Compañía, que cuenta lo que ocurre detrás de un escenario, lo que nadie ve.

Recuerda Carlos aquellos 'cuartos' de antaño en los que se hacían las reuniones flamencas, que hoy "se han perdido". Sin embargo, queda el soniquete de estos talleres, el germen de las nuevas sagas, porque el flamenco, digan lo que digan, sigue gozando de buena salud.