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Marco Flores entra al juego

  • El bailaor estrena montaje con la dirección escénica de Juan Carlos Lérida y Carmela Greco y Alejandro Granados como invitados María Terremoto y Carmen Grilo se citan en Villavicencio

Marco Flores estrena 'Entrar al juego para bailar "desde lo atemporal". La nueva propuesta del bailaor gaditano, que cuenta con Carmela Greco y Alejandro Granados como artistas invitados, podrá verse hoy en el Villamarta.El bailaor y coreógrafo arcense "manipula el espacio y ensaya con el tiempo: ralentizándolo, cambiándole el sentido, acelerándolo" en esta nueva propuesta. Abrir una "línea temporal y espacial en un mundo aparte para atrapar a personas y objetos en otra dimensión", explica. Dicho de otro modo: Marco Flores quiere en esta nueva obra "ampliar sus poéticas como artista y sus dinámicas como coreógrafo". Y, bajo esta premisa, expande sus focos y direcciones.

El universo femenino centró su interés en 'DeFlamencas'. Su segunda creación escénica, 'Tránsito', partió de su interés de mirar hacia dentro. Tras este puente artístico, se inspiró en las acciones y relaciones que surgen entre hombres, llamando a esa obra 'Laberíntica'. Es ahora cuando lo intergeneracional toma nuevos impulsos. Abandona el hilo argumental introspectivo de otras propuestas para buscar "el motor de las coreografías en otros artistas".

 

Para ello, cuenta con Carmela Greco y Alejandro Granados como artistas invitados. Bailaores con su propia personalidad a los que Marco Flores desea involucrar en 'Entrar al juego', puesto que entiende el nuevo montaje como "una composición colectiva, donde cada persona sea imprescindible para el desarrollo escénico de la otra". "Bailaores mayores que yo a los que yo he admirado; pero también más jóvenes". En este último grupo aparecen Claudia Cruz, Agueda Saavedra y José Manuel Álvarez.

 

En esta ocasión, la edad, la experiencia y el estatus de los que participan "no será un valor diferencial" dentro del espectáculo, sino que cada uno de los artistas encontrará su lugar para moverse libremente sobre el escenario, bien desde su propia individualidad, bien formando parte del grupo. "Esa es la particularidad de 'Entrar al juego'", precisa Marco Flores. "Entre todos asumimos un reto coreográfico, pero partiendo desde el mismo punto", añade. La condición para 'jugar' es ser consciente de que es "un lugar donde no se puede -ni realmente se quiere- salir. Un lugar donde no sabes por qué o para qué debes estar". Es decir, bailar teniendo presente que el tiempo y el espacio no responde a los cánones habituales -"como salirnos de nuestro personaje"-, dado que la mezcla generacional da lugar a "otra forma nueva" de entender la coreografía flamenca.

 

Previamente, a las 17 horas, el Festival ofrece una selección de coreografías de flamenco, escuela bolera y danza española, a cargo de Larreal. Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma en la Sala Paúl, dentro del ciclo 'Jóvenes Talentos', propuesta que se repetirá mañana a las 12.

 

Los alumnos han preparado 'Por derecho' con coreografía de Antonio Pérez y música de Albéniz; 'Requiebros' de Malena Mexía con música de Gaspar Cassadó; 'Duas lágrimas de Orvalho', montada por Manuel Díaz sobre música de la fadista Mariza; y 'Rosa de invierno' de la especialista en folclore Arantxa Carmona. Asimismo, dan voz a dos de los valores más punteros del flamenco de nuestros días, Jesús Carmona y David Coria.

 

Finalmente, las voces sin amplificación acústica de las jerezanas Carmen Grilo y María Terremoto sonarán en el Palacio Villavicencio. Carmen Grilo, acompañada por la guitarra de Juan Requena, siempre ha sido un valor seguro en el cante. Así lo demuestra su amplia trayectoria artística, especialmente vinculada al baile. Su inconfundible eco ha acompañado a su hermano Joaquín Grilo, María José Franco y Manuela Carpio, entre otros. Además, ha formado parte de proyectos como 'Historias de viva voz' de Miguel Poveda. A cada uno le ha aportado su personal metal.

 

En cambio, María Terremoto -acompañada por la guitarra de Manuel valencia- tomará la alternativa en el Festival de Jerez. La joven cantaora es la heredera de Terremoto de Jerez, su abuelo, y de Fernando Terremoto, su padre. A sus 17 años ha dejado de ser un secreto exclusivo de aficionados.

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