-¿Qué tiene el Festival de Jerez que no tienen los demás?

-Lo primero que tiene es que está hecho en una ciudad muy flamenca y que es la cuna del cante. Luego, tiene una organización maravillosa, tiene una capacidad enorme de dar cabidas a todo tipo de artistas y todo eso hace que se trabaje muy a gusto. Para mí es el sitio donde más a gusto he trabajado.

-¿Cuál es el sitio más raro en el que ha actuado?

-Sinceramente no recuerdo ningún sitio raro en el que haya bailado, he trabajado en sitios normales, en veladas, teatros o festivales al aire libre.

-¿Con quién se daría una pataíta con Zapatero o con Rajoy?

-Esa pregunta prefiero no contestarla, no me gusta mucho la política.

-Si fueses política ¿qué sería lo primero que cambiarías?

-Muchísimas cosas. Primero cambiaría el tráfico de personas. Eso es que me 'repatea'. Ver lo que se está haciendo con mujeres y niños me pone enferma. También cambiaría las cosas para que no hubiera más hambre en el mundo.

-¿Qué palo le da más palo?

-La verdad es que ninguno. A mí no me da palo ningún estilo, ni tan siquiera por superstición.

-Ahora con la crisis, ¿el flamenco da para forrarse o para con tranquilidad llenar la nevera?

-Ahora con la crisis para llenar la nevera y pagar lo de siempre, el coche, la casa, los dos prestamitos que hayas pedidos y el internet (risas).

-¿Hay algo que le dé 'jindama' en el flamenco actual?

-Lo que más 'jindama' me da es que se pierda el flamenco de verdad. Que se pierda saborear y hacer las cosas añejas. Me da miedo que el baile que se hacía hace cincuenta años se vaya perdiendo

-¿A quién o qué se llevarías a una isla desierta?

-Me llevaría seguro unas botas para bailar, del resto ya me encargaría sola.

-¿Qué artista le pone o le ponía?

-Hay muchos, pero sobre todo Camarón de la Isla con el que se me han llegado a saltar las lágrimas. Los de ahora me gustan y los respeto a todos, pero ponerme no me pone ninguno.

-¿Quién da más el cante en el flamenco actual?

-En lo que respecta a mi trabajo el que da más el cante es Israel Galván y no en el plano negativo, todo lo contrario. Israel es un artista atrevido, es como un Dalí, un Picasso, capaz de partir todas las barreras. Ahora mismo no hay nadie que pueda hacer lo mismo que él.

-¿A quién o qué le haría un desplante?

-Yo haría un desplante al amor porque es mi punto débil. Soy una persona que necesito estar enamorada para hacer las cosas.

-¿De qué va Soraya Clavijo por la vida?

-En estos momentos voy de madre y artista, dos cosas que son difíciles de compaginar, pero trato de hacerlo lo mejor que puedo.

-De no haber sido artista, ¿qué otra profesión hubiese elegido?

-Creo que hubiese sido deportista de élite, posiblemente atleta. Desde que era pequeña me ha gustado mucho el atletismo.