Con la presentación oficial de 'Arroyo de la miel', Juan Requena inicia una nueva etapa en su vida profesional. Tiene la llave para abrir la puerta del éxito, y tras esta actuación en el Festival de Jerez, la proyección del guitarrista y compositor se elevará considerablemente. Se trata de un trabajo discográfico en el que muestra sus dotes en once estilos del flamenco, desde las bulerías a las tarantas, pasando por la rondeña. Ha conseguido dotar de identidad a cada uno de ellos.

Fue una tarde en la que las musas salieron a florecer gracias, en parte, a la voz de Remedios Amaya, quien acompañó como artista invitada al tocaor malagueño. Es habitual escuchar su sonanta en el acompañamiento al cante de José Valencia o Pedro el Granaíno (que salió al final del espectáculo sin esperarse para hacer unos cantes), entre otros, pero para esta ocasión, se rodea de un talismán gitano de color moreno para rozar el cielo musical.

Y no sólo de ella, también de ocho músicos, entre voces, palmas y percusión. Requena representa a la perfección el paradigma de guitarrista que necesita crear continuamente para sentirse completado y satisfecho con su labor, pues en este trabajo no repite ninguna creación pasada sino que traspasa los límites del presente para mirar al futuro, y el pasado sólo sirve de impulso.

Pudimos ver la solvencia técnica del guitarrista en la taranta del principio titulada 'Dolores', o en la siguiente soleá de nombre 'La Alondra'. Se fue creciendo a medida que los nervios dejaban paso a la inspiración y al devenir de sentimientos sonoros. El mástil se le quedó pequeño en una muestra de velocidad rítmica.

Posteriormente sonaron los toques por bulerías, colombiana y granaína. El compás de las palmas y la percusión hicieron embellecer el inmenso toque de Requena. Con todo el elenco sobre el escenario, entra la diosa. Los tangos de Remedios Amaya nos trajeron una ventolera de recuerdos de aquella ápoca en que la musa de Camarón reinaba en los escenarios de la capital. "Estoy encantada de estar en Jerez, una tierra a la que quiero tanto", aseguró la sevillana.

Sigue manteniendo la llama canastera en su garganta de profundidad ilimitada. El manantial de sabor de Remedios dio paso a las rondeñas y alegrías. La cantaora volvió para interpretar unos jaleos extremeños y finalizó, con todo el grupo, por bulerías. Antes, Requena había subido al mundo de los dioses por tangos y seguiriyas.

Guitarra

'Arroyo de la miel'