Baile · La Compañía

Zapateado de grandeza

Belén López tiene un concepto claro en esto del baile. Sabe lo que quiere y, guste más o guste menos, eso es importante. Han pasado ocho años desde la última vez que pisó el Festival, en concreto este mismo espacio, y su evolución es más que patente. Sigue manteniendo ese ímpetu y esa fuerza arrolladora en su tren inferior, imparable en la ejecución, y ha ganado en sosiego y madurez. Su baile es puro nervio y cuando tiene que arriesgar con pasos complejos, resuelve con facilidad.

'Flamenca', la propuesta exhibida ayer en la sala Compañía, tenía sólo un camino, bailar por derecho sin ningún tipo de ataduras, y además en solitario, al contrario que en 2010 cuando contó con Carlos Velázquez como artista invitado. Esta vez quería aprovechar su momento y preparó cuatro bailes en los que fue dejando detalles más que interesantes. Posee tremendas facultades, y viéndola interpretar determinados pasos, da la sensación de que puede moverse también por otros terrenos, menos flamencos sí, pero a los que podría llegar si se lo propone. Estamos ante una bailaora con mucho recorrido.

Tras unos jaleos extremeños de Manuel Tañé, Morenito de Íllora y Pedro Jiménez, Belén, con pantalón negro con lunares blancos, bailó por seguiriyas. Sobria, valiente y con muchísima fuerza, la artista de Tarragona se estructuró bien el baile, aprovechando sus recursos físicos y los técnicos, en especial con las castañuelas, que manejó con soltura y mucha elegancia.

Los tangos interpretados por un atrás eminentemente camaronero (a excepción de Tañé) sirvieron de puente para meterse por soleá. Sus pies privilegiados volvieron a hacerse dueños de la escena, por cierto perfectamente iluminada. Fue un espectáculo simple, a modo de recital de baile tradicional, que también vale. No todo va a ser dramaturgia.

A medida que transcurrían los minutos, Belén López iba a más. Un solo de guitarra por tarantas dio paso a las alegrías. Con bata de cola, la bailaora se mostró, al principio, muy femenina, parándose y con sutiles giros de muñecas. Sin embargo, su ritmo corporal fue acelerándose hasta el punto de pasar casi de puntillas por un palo al que le podría haber sacado mucho más crédito. Aún así derrocho poderío en la escobilla, rematando bien por bulerías.

En el tramo final de su actuación recurrió a los cantes de las minas. La introducción de Perrete por tarantas acordándose del genio de la Isla calentó el ambiente y Belén remató la faena por tarantos y con mantón. En plena efervescencia, el cante del Tañé, brillante por tarantos, avivó la llama y la catalana se metió al público en el bolsillo con otra exhibición de recursos técnicos y físicos. Fueron mil y un dibujos en el aire para concluir su actuación. Fin de fiesta, pataíta y hasta hubo tiempo de un selfie. Belén había conquistado Jerez con su baile.

BaileFlamenca

Baile: Belén López. Cante: Manuel Tañé, Morenito de Íllora y Pedro Jiménez. Guitarras: Juan Jiménez y Carlos Jiménez. Percusión: Rafael Jiménez ‘Chispa’. Dirección artística y coreografía: Belén López. Música original: Carlos Jiménez. Dirección musical: Rafael Jiménez ‘Chispa’. Diseño de iluminación: Olga García. Diseño de sonido: Ángel Olalla. Vestuario: Belén López. Producción: Compañía de Belén López. Jefe de producción: Silvia Melero. Gestión: Melero Management. Día: 26 de febrero de 2018. Lugar: Sala Compañía. Aforo: Lleno.

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