La crítica

Un canto a Federico García Lorca

  • La obra del poeta granadino 'Aleluya erótica', representada en la Sala Paúl, tuvo un éxito rotundo

Si Federico García Lorca hubiera presenciado la adaptación de su obra ‘Aleluya erótica’ seguramente hubiera disfrutado al ver cómo teatro y flamenco se unen en un escenario. La obra representada en la tarde de ayer en Sala Paúl tuvo un éxito rotundo. Por algo ha sido premiada con el Giraldillo al Mejor Espectáculo de la XVII Bienal de Flamenco de Sevilla, además de contar entre sus intérpretes con otros dos Giraldillos, el otorgado al cante y a la guitarra, a José Valencia y Dani de Morón, respectivamente.

Una obra dirigida por Juana Casado que ha sido capaz de reunir a un elenco de alto nivel artístico. Al cante estuvo la inmejorable voz de José Valencia, un nuevo intérprete de la tragicomedia, un todoterreno en los escenarios, y poseedor de flamenquería a raudales. Calaron hondo los cantes del lebrijano que dramatizó la escena en el papel de Don Perlimplín, un anciano adinerado que se encaprichó de una joven guapa y llena de vida que derrochaba pasión y sensualidad. 

Esa joven fue interpretada por una bailaora de estirpe, Rosario Toledo, que se introdujo en el papel de Belisa causando sensación por la calidad que mantuvo durante la noche. Nunca antes hemos visto a un José Valencia en esa actitud interpretativa. Mientras emulaba a Don Perlimplín, el anciano que tanto deseaba a Belisa, fue afinando la voz para que se uniera el baile de Rosario Toledo. La joven doncella  sólo buscaba libertad, diversión y lujuria. La pasión brotaba en cada una de las escenas, un hilo argumental claramente desarrollado por los tres componentes del grupo. 

Los movimientos de Belisa fueron sensibles, con tranquilidad, produciendo aún más deseo en Don Perlimplín. A causa del dinero que éste poseía, la joven cayó en sus brazos pero en ningún momento le hizo entrega de su cuerpo, sólo de su alma. Don Perlimplín, a través de la soleá, la granaína y los distintos cantes fue viviendo una historia desigual, un hombre enamorado frente a una joven interesada. De hecho, Rosario Toledo, encarnando a Belisa, transmitió esos toques cómicos propios de la obra humillando a su pareja.

Tuvo un final sorprendente, llegó directo al público con el entusiasmo que tanto guitarrista, bailaora y cantaor pusieron sobre las tablas. De rojo, Belisa lloraba la pérdida del que al final, fue su amor. Los resultados de la interpretación de estos flamencos no dejaron a nadie indiferente, todo un éxito que conquistó la sala.

Baile

Aleluya erótica

Belisa: Rosario Toledo (baile). Don Perlimplín: José Valencia (cante). Personaje simbólico: Dani de Morón (guitarra). Coreografía: Rosario Toledo y Juana Casado. Diseño de Iluminación: Dominique You. Música: Dani de Morón. Arreglos Musicales: Emilio Morales. Coordinación Técnica: Alejandro Conesa. Maquilla y peluquería: Manolo Cortés. Realización de escenografía: Sergio Bellido. Vestuario: Carmen Granell. Adaptación, espacio escénico y dirección: Juana Casado. Día: 28 de febrero. Lugar:  Sala Paúl. Aforo: Lleno. 

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