Once años después de aquel 3 de marzo de 2011, fecha en la que se presentó, acompañado por la guitarra de Moraíto, en el Palacio de Villavicencio, David Carpio actuará por cuarta vez en solitario en el Festival de Jerez. Lo hará en González Byass y con un único precepto: “mostrarme tal y como soy”.

–Imagino que deseando que llegue el día...

–Sí, aunque al contrario que otras veces estoy muy tranquilo. De hecho, mi gente me dice que estoy demasiado relajado, y no sé si es porque me siento tan bien rodeado que eso me da confianza o simplemente porque como uno está en activo casi se toma esto como una rutina.

–También supongo que el hecho de que al no haber por medio presentación alguna conlleva tener menos nervios...

–Puede ser. Yo en esta actuación quiero hacer entre comillas, lo que me da la gana, siempre respetando los cánones y entregándome al máximo. No es como la última vez que presentaba el disco y había que ceñirse a eso. Esta vez voy a hacer lo que siento, y esa seguridad y esa tranquilidad la tengo.

–Tenía ganas entonces de sentarse u cantar simplemente...

–La verdad es que sí. Estoy muy agradecido al Festival y a Isamay porque siempre que he llamado a su puerta, me han dado la oportunidad de dar un paso más. Porque quieras o no este ciclo en González Byass es muy importante y además es un marco incomparable.

–Cuando uno agota las entradas tan rápido, ¿implica más responsabilidad?

–A mí me ha sorprendido y lo digo sinceramente. Soy una persona que voy de frente y estoy convencido que si no viniese gente de fuera, eso no pasaría, aunque poco a poco y cada día que pasa me voy ganando a gente que me sigue. Responsabilidad siempre hay, y más si cabe si cantas en tu tierra, con lo complicada que es. Pero bueno, también esto me ayuda a exigirme y dar lo mejor de mí.

–Al Festival ha venido con muchas compañías y eso le ha hecho ganarse el respeto, ¿o no?

–Eso te ayuda. Gracias a Dios he cantado en el Festival con muchas compañías y eso me ha abierto a otro tipo de público. Mi objetivo, como he dicho siempre, es cantar en solitario pero también soy realista y que la cosa está como está. Ahora bien, afortunadamente, puedo permitirme el lujo de elegir, y además, me enorgullece de cantar para el baile y más aún con la gente con la que voy.

–Este año viene usted sólo al Festival con Manuel Liñán y su ¡Viva! y con su recital...

–Bueno, venía en un principio también con Isabel Bayón pero lo ha tenido que cancelar. Personalmente me hubiese gustado actuar con Isabel porque es un espectáculo muy flamenco y muy bonito, pero bueno, también ahora me he quedado un poquito más aliviado porque tengo esa semanita más tranquila.

–¿Entendería hoy día su vida profesional sin la figura de Manuel Liñán?

–La verdad es que todo ha sido cuestión de tiempo y hoy por hoy tenemos una complicidad que sólo con mirarnos sabemos bien lo que hacer. Eso a la hora de trabajar es muy importante, ni él ni yo tenemos que decirnos nada para entendernos. Y eso que fue de casualidad, porque él escuchó el disco de la Nueva Frontera del Cante que grabamos con Pepe Castaño y dijo a su oficina que quería contar conmigo. Desde aquel ‘Nómada’ he ido con él. Para mí es un orgullo increíble de estar a su lado, porque cada día aprendo de él, además de otros artistas con los que voy, claro está.

–Hay gente que dice que usted hizo llorar a muchos de los que fueron a la presentación del Festival en Madrid...

–No lo sé, la verdad, aunque sí reconozco que fue un momento muy bonito porque éramos Manuel y yo en el escenario, sin guitarra ni nada más, sólo voz, palmas y baile. Nos dejamos el alma y si eso hay gente sensible que lo percibe.

–Centrándonos en su actuación en el Festival. Cuénteme algo más...

–Bueno, primero tengo que decir que no he querido ponerle título porque entendía que era un recital de David Carpio, sólo eso. Voy a mostrar lo mejor de mí y con ese elenco que llevo no saldrá más. Vienen Diego del Morao y Manuel Valencia a las guitarras, las palmas de Chicharito, Carlos Grilo y Javier Peña, la percusión de Carlos Merino y la colaboración de Manuel Liñán, además del sonido de Fali Pipió y la producción de mi tíoRafael Agarrado, que ha hecho un trabajo importante.

–Por González Byass han pasado ya nada menos que El Cabrero y Riqueni, da respeto eso...

–Pues sí, vaya dos. Yo es la primera vez que actuaré en Los Apóstoles y eso es un orgullo, porque por allí fíjate los artistas que han pasado en otras ediciones también.

–Ya sólo le quedaría Villamarta en solitario...

–Sueño con ello, más que nada porque soy ambicioso en mi profesión y no me conformo. Me pasa igual con el cante que intento no quedarme en el sota, caballo y rey, busco otro tipos de letras o una evolución en lo que hago.