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Entre lo humano y divino

El destino es esa fuerza quimérica que mueve y remueve las maniobras humanas y que impiden, a los seres carnales, que dispongan del futuro de manera unilateral. Ese ente insustancial, aparece en la primera versión de la vida y, a partir de ahí, no deja de perseguirte en el difícil mundo de los vivos.

En esa etapa original, en la que llegan los primeros impulsos, aparece Nona, una hilandera del destino que, según la mitología griega, hilaba la hebra de la vida "con una rueca y un huso", y que comienza a marcar el devenir del mañana.

Nona es la hilandera primigenia, de aureola nociva, que forma parte de 'Las Moiras', esas diosas mitológicas que mueven y rigen el sentido de la vida. También aparece Décima, otra de ellas que interviene en el momento intermedio de la existencia y que, con su vara de medir, "nos mide y nos guía".

Y por último llega Morta, la última de las tres medidoras que nos conduce en los últimos momentos de nuestra historia.

Ese proceso mágico en el que estas 'Moiras' actúan de manera invisible pero marcan nuestro destino, desde que se es niño, pasando por la época de juventud, cuando se llega a la madurez y, sobre todo, en la difícil y triste vejez. Es entonces cuando el ciclo vital se acaba.

La figura en la que se personifica ese mito griego es Miguel Ángel Corbacho, un extraordinario bailarín, más que bailaor, que se mete en el papel de ese niño que da sus primeros pasos. Luego, guiado por Décima, deambula por el escenario con movimientos dancísticos atractivos y con encanto. Al igual que ella, Elena Algado, intérprete de las tres hilanderas que muestra elasticidad y figura.

Algunos elementos de percusión en 'off' nos acerca al poco aire flamenco que aparece en la tarde. Estos dos magníficos intérpretes se crecen cuando se unen en el escenario ante un público que disfrutaba de un espectáculo que se sale de lo habitual en este espacio, Sala Paúl.

No fue de las veces que más se llenó la sala, un poco más de la mitad, y que aplaudió al término de la función. La propuesta no cuenta con más componentes en el escenario que los dos bailarines, afamados por cierto al ser, ambos, integrantes en un pasado del Ballet Nacional de España.

La idea se aprecia claramente con el sólo decoro de unos hilos. Pues desde el principio, cuando todo parece tener consistencia, hasta el final, donde aparece la inexorable alegoría de la muerte, nos llevan por un viaje en el que la magia se une con la realidad y en el que lo divino se entremezcla con lo humano.

entredos ballet español. Las moiras Baile y Coreografía: Elena Algado y Miguel Ángel Corbacho. Dirección escénica, dramaturgia: Juan Manuel Casero. Composición musical: Enric Palomar. Día: 26 de febrero. Lugar: Sala Paúl. Aforo: 3/4 de aforo.

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