“Salirme fuera ha sido difícil”, reconoce Ángel Rojas que afronta una nueva etapa profesional con el espectáculo ‘Ya no seremos’, que llega hoy (20.30 horas) al Villamarta, y donde asume la coreografía y la dramaturgia, pero sin subirse al escenario. Después de 30 años de carrera, el bailarín y coreógrafo madrileño afronta con entusiasmo un proyecto cuyo objetivo primordial es “dejar creaciones para las nuevas generaciones, no es un proyecto para shows y coreografías”.

El montaje, cuya dramaturgia “ha sido la más difícil y compleja a la que me he enfrentado”, reconoció ayer en el Consejo Regulador, es “una reflexión del ser humano a través de la fe, pero la fe de cada uno”.

Rojas admitió que esta nueva propuesta, que catalogó como “imperfecta pero con mucha emoción”.

Desde este punto de partida, en ‘Ya no seremos’ el público podrá ver “la danza de raíz desde cualquier contexto, más allá de barreras y estereotipos”. Para ello cuenta con 8 bailarines y una banda sonora formada por la guitarra de Juan Campallo, la percusión de Paco Vega y el cante de Eva Ruiz ‘La Lebri’ y María Mezcle.

Para dar este giro profesional, Ángel Rojas se rodeará de un equipo artístico “que va desde los 17 a los 30 años y comprender todo ese segmento de edades ha sido difícil”, confesó.

Previamente, a las 18.30 en la Sala Compañía, la madrileña Guadalupe Torres afronta su segunda participación en el Festival de Jerez con ‘Los colores de Magdalena’, donde conforma un montaje mediante la paleta de colores de la pintora mexicana Frida Khalo.

“Su paleta de colores lo hemos trasladado a pequeñas escenas”, señaló la bailaora, de modo que la definición de la pintora de cada color servirá de inspiración a su lenguaje flamenco. Una curiosa forma de “hermanar la grandeza del flamenco y el folklore mexicano” bajo la mirada de Guadalupe Torres y la certeza de que, en el arte como en la vida, “los colores nos definen y nos inspiran, dicen mucho de lo que somos”.

Guadalupe Torres busca crear “un universo tierno, íntimo”, donde se reflexiona sobre las dos caras de la misma moneda, permitiendo que “cada uno saque sus propias conclusiones”.

Para esta ocasión, la bailaora estará acompañada por la guitarra de Francisco Vinuesa, el cante de Roberto Lorente y la percusión de Javier Rabadán.