La crítica

El romanticismo del flamenco

  • Ezequiel Benítez abrió en la Sala Paúl la mente y el cante hacia otros estilos más novedosos

Como un juglar de la España medieval se presentó Ezequiel Benítez en Sala Paúl. Considerado como uno de los cantaores más destacados de su generación, ha abierto la mente y el cante hacia otros estilos más novedosos, cargados de musicalidad, sentimiento y romanticismo.

Un cantaor, o cantante, que diferenció bien las dos partes de su espectáculo. Una primera en la que apareció su faceta más flamenca, más prodigiosa, con la que dejó claro que su portentosa voz es capaz de llevar a su terreno las malagueñas de El Mellizo o la soleá para escuchar de Jerez. Tiene gran facilidad para amoldar la voz a cualquier tonalidad y llevarla desde lo más agudo a lo más grave.

"Espero que disfrutéis, me voy a entregar al cien por cien" aseguró. El versátil cantaor, que lo mismo te canta una seguiriya, que te compone una exitosa balada o que te gana un primer premio en un concurso de carnaval, demostró la valía que sustenta desde pequeño. Un camino guiado por su padre Alfredo Benítez, afamado flamencólogo.

Invitó a Fran Ocaña para que lo acompañara por fandangos. Un joven más cercano al pop que al flamenco que no tuvo muy buena acogida. La parte flamenca fue eso, flamenco sin más. Los tangos de Javier Ibáñez y el resto del grupo artístico sirvieron como cortafuegos y prólogo de la parte más musical.

Es obvio que Ezequiel se siente como pez en el agua en esos momentos en los que se deja llevar por los sentimientos y la inspiración. En su faceta como cantante, disfrutamos con un especie de acústico que dieron lugar a temas como 'Guitarra mía' o 'Locura de amor'. Unos sones de boleros que hicieron olvidar que minutos antes, el joven estaba cantando por malagueñas.

Con la presencia de sus compañeros agradeció al público su asistencia despidiéndose por bulerías de Jerez. Ahí contó con la Tata Ani, una mujer que derrochó arte y gracia en su baile por bulerías, convirtiéndose en uno de los momentos más aplaudidos de la tarde. El jerezano se consolida como un cantaor ortodoxo y como un cantante carismático y lleno de sensibilidad.

Cante

Sobrellevé  

Cante: Ezequiel Benítez.  Guitarras:  Javier Ibáñez y Paquito Castro. Percusión: Carlos Merino.  Palmas: Manuel de la Momi y Din de Jerez. Día: 1 de marzo. Lugar: Sala Paúl  Aforo: Lleno


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