Alguersuari y su paso por la Fórmula 1

"El odio y el ego matan el talento"

  • Alguersuari recuerda con frialdad su paso por la F-1

Alguersuari durante su etapa como piloto de F-1 con Toro Rosso.

Alguersuari durante su etapa como piloto de F-1 con Toro Rosso. / EFE

"En la Fórmula 1 yo sentía odio. Odio hacia periodistas que podían inventarse cosas de mí, odio hacia personas que no me sonreían, odio hacia algunos pilotos... y el odio y el ego matan el talento", confiesa  Jaime Alguersuari (Barcelona, 23 de marzo de 1990).

El ex piloto se encuentra estos días en plena promoción de su libro Reinvéntate. Cómo pasé de la Fórmula 1 a la música y habla de su transformación vital. "Hubo un cambio en mi alma", resume nada más empezar. Alguersuari aprendió a dejar todo ese odio atrás para reinventarse como DJ y productor musical. "En la vida nada ocurre por casualidad y mi destino no estaba en las carreras. Algunos pueden pensar que soy un talento desperdiciado, que iba para campeón del mundo y fracasé, pero me siento un privilegiado", razona. Jaime fue un niño prodigio del automovilismo desde que con 7 años se subió por primera vez a un kart. A los 16 fue campeón de la Fórmula Renault 2.0 italiana, a los 18, de la prestigiosa Fórmula 3 británica y, con 19 años se convirtió en el piloto más joven en debutar en la Fórmula 1.

En todas las categorías y competiciones sumaba victorias y batía récords de precocidad y Red Bull lo captó para su programa de Jóvenes Pilotos. Pero después de tres temporadas obteniendo resultados notables al volante del Toro Rosso, la todopoderosa compañía de la bebida energética lo despidió, de forma abrupta e inesperada.

Era diciembre de 2011 y Alguersuari, que estaba convencido de su continuidad en Toro Rosso. Acababa de rechazar una oferta de Lotus para pilotar su coche el año siguiente. Las puertas del Gran Circo de la F1 se le cerraron de golpe y sintió que el mundo se hundía.

"Cuando me despidieron de la Fórmula 1, para mí fue muy duro, porque psicológicamente no lo asumí. Estaba lleno de rencor y de venganza", revela. Pero, con la perspectiva que da el paso del tiempo, el ex piloto barcelonés ve ahora el repentino portazo de Red Bull como "lo mejor" que le ha pasado en la vida. "Fue un cura de humildad, una lección para poder aprender y evolucionar ética y moralmente", subraya Alguersuari, a quien la Fórmula 1 había convertido "en un chico de 20 años presumido, sin valores y que se creía con más derechos que nadie".

Dos meses antes de que Red Bull pasara de echarle el ojo a hacerlo de los circuitos, Jaime estrenaba, bajo el nombre artístico DJ Squire, Organic Life, su primer disco de música electrónica.

Aunque la "necesidad" de crear música iba "creciendo" en su interior, Jaime aún tenía la cabeza en la Fórmula 1. Intentó volver sin éxito, fue piloto probador de Pirelli y, durante un tiempo, comentó las carreras en la BBC, pero narrar las hazañas al volante de pilotos menos talentosos que él no hacía más que aumentar su frustración.

Tras su breve paso por las carreras de grandes turismos, en 2014 llegó a la Fórmula E de la mano de Virgin Racing, pero Alguersuari ya no sentía la misma pasión: "Mi amor por conducir, mi amor hacia la competición cada día era menor y también mi motivación".

Y entonces llegó un desvanecimiento en el Gran Premio de Moscú que obligó a la FIA, la Federación Internacional de Automovilismo, a suspender su licencia. Aquel extraño problema de salud cerró definitivamente un capítulo de su vida para abrir otro. "Mi cuerpo me pedía compartir, expresarme de otra manera, y era escribiendo música. Con ella me siento esencialmente yo", dijo.

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