El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) logró con su victoria en el Gran Premio de Bélgica romper una racha sin vencer de casi un año y medio, mientras que el mítico circuito de Spa-Francorchamps vio como los españoles Fernando Alonso y Jaime Alguersuari tenían que abandonar.

Raikkonen no lograba cruzar la meta en primer lugar en una carrera de Fórmula Uno desde el Gran Premio de España de 2008, en Montmeló, o lo que es lo mismo desde hacía 26 grandes premios repartidos entre la actual y la pasada temporada. Además, si la mayoría de los pilotos de Fórmula Uno tienen en Spa a su trazado favorito, no cabe duda que el piloto finlandés lidera esta opinión, ya que se ha impuesto en este trazado en cuatro ocasiones con la alcanzada este domingo, segunda con Ferrari. De hecho, Raikkonen ha ganado en cuatro de las últimas cinco carreras que ha albergado Spa en Fórmula Uno, un idilio que empezó en 2004 con McLaren y siguió el año siguiente también con la escudería anglo germana.

Después de no disputarse en 2006, Raikkonen en 2007, su primer año con la escudería italiana, volvió a imponerse en el trazado belga para encadenar su tercer victoria seguida en Spa y que a la postre le ayudó a ganar el título aquel año. Tras la victoria de su compañero de escudería en la pasada temporada, tras la sanción de 25 segundos al británico Lewis Hamilton después de haber llegado primero a la meta, Raikkonen se ha vuelto a imponer en la que ya es su pista talismán.

La decimoctava victoria del campeón del mundo de Fórmula Uno de 2007 coincide con un nuevo abandono de un desafortunado Fernando Alonso y la primera de recién llegado Jaime Alguersuari, quien en su tercera carrera en la categoría ya ha conocido el sabor amargo de una abandono por accidente sin ninguna trascendencia para su integridad física.

Alonso realizó un buen comienzo de carrera al pasar de la decimotercera posición a la novena plaza con pocos kilómetros recorridos de la carrera, por lo que este arranque y su estrategia en carrera le hacían albergar esperanzas de acabar en la zona de los puntos. Sin embargo, de nuevo una parada en boxes y, posiblemente, un problema en la rueda derivado de un toque con otro coche en la salida, acabó con el piloto asturiano fuera de su monoplaza en la vuelta 26 de la carrera belga.

Mucho antes, el también español Jaime Alguersuari (Toro Rosso), se vio obligado poner pie en tierra tras un accidente en el que igualmente abandonaron el actual campeón del mundo, el británico Lewis Hamilton (McLaren), su compatriota y líder del Mundial, Jenson Button (Braen GP) y el francés Romain Grosjean (Renault). Entre las curvas 5 y 6 en la primera vuelta los cuatros monoplazas se vieron envueltos en una difícil situación de carrera que acabó con todos ellos en los garajes de Spa.

Pero si la calificación fue sorprendente y carente de toda lógica, la carrera, lejos de ser normal y carente de interés, fue desde el inicio trepidante, con una intensa salida y el accidente múltiple de la primera vuelta. Raikkonen protagonizó una salida fulgurante que le llevó a la segunda posición tras salir sexto y poco después adelantó ayudado por su KERS al italiano Giancarlo Fisichella (Force India) para adjudicarse la carrera.

Fisichella confirmó la sorpresa, pues si bien no pudo mantener la primera plaza que logró en la calificación, absolutamente nadie hubiera apostado el viernes por su segunda plaza en la carrera del domingo.

Aunque Button no puntuó, sus seis victorias en la siete primeras citas del mundial le permiten vivir de rentas en la actualidad, aunque los dieciséis puntos de margen con los que cuenta pueden no servirle en la cinco carreras que restan. También hizo una buena carrera el alemán Sebastian Vettel (Red Bull). Salió octavo y alcanzó el tercer puesto del podio y se sitúa otra vez tercero en el Mundial, superando a su compañero, el australiano Mark Webber, a diecinueve puntos de Button.