El alemán Sebastian Vettel, triple campeón mundial de Fórmula Uno, fue el mejor en los entrenamientos libres para el Gran Premio de Italia, duodécima prueba del Mundial de Fórmula Uno, por delante de su compañero australiano en Red Bull Mark Webber y casi ocho décimas mejor que el español Fernando Alonso (Ferrari), que acabó quinto. Vettel logró hace dos semanas en Spa-Francorchamps (Bélgica) su quinta victoria de la temporada, por delante de Alonso y del inglés Lewis Hamilton (Mercedes), pilotos que le siguen, en idéntico orden, en la clasificación de un Mundial que comanda el alemán con 197 puntos, 46 más que el doble campeón mundial asturiano, y con 58 de ventaja sobre el ganador de 2008.

En una jornada relativamente calurosa, de la que tampoco se pueden sacar excesivas conclusiones y en la que con distintas cargas de combustible se probaron configuraciones en tandas largas con los dos compuestos de neumáticos en seco -medio y duro-, el tricampeón más joven de la historia volvió a ocupar el primer puesto de la tabla, confirmando que este fin de semana dispondrá, salvo que Ferrari lo impida, de una bola de set para encarrilar a su favor el que podría ser su cuarto título. Red Bull es la gran potencia de la categoría reina del automovilismo, como prueban los tres dobletes -mundial de pilotos y de constructores- que se apuntó los últimos tres años el equipo austríaco para el que diseña el ingeniero estrella de la F1, el inglés Adrian Newey. Y, o mucho cambian las cosas, o todo apunta a que esta temporada aspiran seriamente a completar el póquer.

Este viernes Vettel fue el único que bajó del minuto y 25 segundos en el templo de la velocidad, en una pista legendaria que ha estado presente en todas las ediciones del Mundial desde su creación en 1950 salvo en la de 1980, cuando, por reforma, el Gran Premio de Italia se disputó en Imola. El alemán rozó los 247 kilómetros a la hora al cubrir en su mejor vuelta los 5.738 metros del circuito italiano en un minuto, 24 segundos y 453 milésimas, 623 menos que su compañero australiano. En la segunda sesión, en la que se marcaron los mejores tiempos. Los dos Red Bull se clasificaron por delante de los dos Lotus del finlandés Kimi Raikkonen -el último campeón del mundo para Ferrari, en 2007- y del francés Romain Grosjean, que marcaron idéntico crono (1:25.116), compartiendo el tercer puesto en la tabla de tiempos.

Alonso, que ganó los Mundiales de 2005 y 2006 con Renault, deberá esperar a necesarios ajustes tecnológicos en el seno de su equipo si no quiere ver como a la cuarta tampoco va la vencida en su cuarta temporada con la escudería más victoriosa de la Fórmula Uno. El doble campeón mundial asturiano había sido segundo en la primera sesión, a sólo 35 milésimas de Hamilton, ganador el año pasado en Monza, que en el ensayo matinal rodó en 1:25.565. Y en el entrenamiento vespertino fue quinto, por detrás de los Red Bull y de los Lotus; y acechado por los Mercedes del inglés y de su compañero alemán Nico Rosberg. Con el otro piloto de Ferrari, el brasileño Felipe Massa, octavo -a más de un segundo de Vettel- y sancionado con 10.000 euros de multa por cruzar la línea blanca de salida del pit lane una vez concluido el primer ensayo.

Y, en una tabla prácticamente ordenada por parejas, el inglés Jenson Button y el mexicano Sergio Pérez firmaron el noveno y el décimo puesto del día para McLaren, escudería que, según indicó al llegar a Monza el piloto tapatío, mejor se centraba a diseñar el coche del año que viene. Algo que quizá no sería del todo absurdo pensar que debería hacer Ferrari si entre Monza -donde se disputará la última carrera del año en Europa- y Singapur -la siguiente prueba- Vettel sigue aumentando su ventaja al frente del certamen.

De mano, el alemán podría festejar en Monza la quincuagésima pole de Red Bull si logra ser de nuevo el mejor en la sesión de calificación, que ordenará la parrilla del domingo y que se disputara mañana, sábado, después del último ensayo libre. En el que aún habrá tiempo para ajustes. Pero el tiempo se agota. Y Vettel asusta. El alemán, que apunta a la cuadragésima, ha aportado para el equipo que dirige Christian Horner 38 de sus 39 poles -la otra la logró en 2008, en su primer fin de semana triunfal, con Toro Rosso-. Las otras once son de Webber, que el año que viene no estará en la categoría y que será reemplazado en el equipo por su compatriota Daniel Ricciardo. Que en Monza no pasó de un discreto decimoséptimo puesto.