Sonrisa forzada, oscuras ojeras y la mirada fija en el vacío. Todo ello se plasmó ayer en el rostro del siete veces campeón del mundo, Michael Schumacher, por no regresar a la Fórmula 1 en Valencia.

Pese a ser el momento "más amargo" de su carrera, el alemán dejó abierto un posible regreso más adelante: "No me siento capaz de hablar ahora mismo de mi futuro", afirmó Schumacher en Ginebra durante una rueda de prensa que duró 77 minutos.

El ex piloto de Ferrari se mostró visiblemente afectado y calificó de "momento triste" su decisión de no regresar a la competición por los problemas físicos que sufre en el cuello debido a un accidente de moto que sufrió en Cartagena (España). Aun así agradeció todo el apoyo recibido durante estas dos semanas: "Un enorme gracias a todos los aficionados que me han ayudado más de lo que soñé".

En cuanto a las especulaciones sobre un posible retorno, señaló que los rumores siempre existen en la Fórmula 1. "Lo más importante por el momento es que no puedo ser de ayuda y lo más triste es que ahora este regreso no puede hacerse realidad", concluyó.