Fórmula 1

La rebelión de Webber

  • La negativa del australiano a obedecer las órdenes de su equipo de no adelantar a Vettel en Silverstone reaviva la guerra entre los dos pilotos de Red Bull.

No son rivales como el español Fernando Alonso sino uno de sus propios pilotos, el australiano Mark Webber, el que más dolores de cabeza está dando a Red Bull tras el Gran Premio de Fórmula 1 de Gran Bretaña. Webber desobedeció en las últimas vueltas en el circuito de Silverstone la orden del equipo de no atacar a su compañero Sebastian Vettel. Aunque al final no logró adelantarlo, la maniobra ha disparado la tensión en la escudería austriaca. "Sería innecesario hacer alguna tontería", lanzó Vettel tras las primeras diferencias internas por lo ocurrido. El jefe de Red Bull, Christian Horner, ya citó a Webber para una reunión a solas.

Alonso, por su parte, se prepara ya para intentar frenar a Vettel, líder indiscutido del mundial: "Seremos agresivos y veremos cada carrera como una final", anunció el español tras beneficiarse de un desafortunada parada en boxes del alemán para ganar su primera carrera de la temporada. Vettel estaba ofuscado tanto por el error en boxes como por el debate sobre el número uno del equipo. "Desde el punto de vista del equipo no hay motivo alguno para arriesgar los puntos", advirtió.

Webber, ahora segundo en la tabla, se mostró por su parte abiertamente en rebelión: "No estaba de acuerdo. Si Alonso hubiera tenido que retirarse habría sido una carrera por la victoria. Desde luego que ignoré la orden, porque quería sacar lo máximo posible. Además no hubo peligro de colisión", se justificó. De inmediato volvió a la memoria la disputa del año pasado, cuando Webber ganó en Silvertsone pese a que Red Bull montó en el auto de Vettel un alerón delantero en realidad destinado al bólido del australiano. "No estuvo mal para un segundo piloto", ironizó entonces Webber por radio tras cruzar la meta. La fría relación entre ambos pilotos era en ese momento casi palpable.

Vettel intenta calmar ahora los ánimos. "Debemos seguir atentos", dijo el actual campeón, que sabe que este año los mayores enemigos de Red Bull pueden ser ellos mismos. Horner quiere evitar una nueva guerra abierta en Red Bull como la del año pasado. "Es algo que tenemos que hablar ambos en privado", dijo el inglés sobre la cita con Webber. "El equipo está ante todo, una sola persona no es más grande que el equipo", adelantó.

Casi en segundo plano quedó la catastrófica parada en boxes que le costó a Vettel un triunfo casi seguro. "La carrera habría sido sin duda diferente", comentó Vettel la rotura del gato para izar el coche. Alonso lo adelantó en el pit y se llevó la victoria. Ferrari se benefició en Silverstone quizá también del revuelo en torno a la prohibición de emplear el llamado difusor soplador y espera contar con una última oportunidad contra Red Bull. "Fernando Alonso está preparado con Ferrari para un nuevo ataque por el título mundial", señalaba el Daily Telegraph.

Después de que ambos pilotos de McLaren, Lewis Hamilton y Jenson Button, perdieran de nuevo terreno en Silverstone, Alonso, ahora tercero de la tabla, es considerado el nuevo rival para Red Bull y para Vettel, en caso de que no lo sea el propio Webber, si la guerra interna vuelve a escalar.

Vettel vs. Webber, un duelo desequilibrado desde 2009

Mark Webber y Sebastian Vettel cultivan una vieja rivalidad desde 2009, un duelo dispar que se ha saldado por lo general a favor del alemán. El primer encontronazo entre ambos tuvo lugar en Estambul en 2010. Vettel intentó adelantar a Webber en la vuelta 40 cuando éste lideraba la carrera y la maniobra acabó en un accidente. El alemán quedó fuera, Webber fue tercero. Ambos se culparon mutuamente de lo ocurrido. Cuatro días más tarde y tras una reunión de paz, Red Bull dio por zanjada la disputa en un comunicado.

Webber, sin embargo, volvió a la carga un par de semanas después en Silverstone. El australiano se quejó públicamente de ser desfavorecido después de que tuviera que ceder un alerón delantero de su coche a Vettel. Tras ganar la carrera, Webber soltó otras pullas por la radio y puso incluso en duda más adelante la prolongación de su contrato con Red Bull. Vettel se mostró enfadado y el equipo intentó calmar los ánimos.

El conflicto escaló sin embargo hasta el final de temporada. Webber se molestó porque Vettel ganó el Gran Premio de Brasil, el penúltimo del año, pese a que el australiano tenía en ese momento un mejor puesto en la tabla. Webber esperaba apoyo en la pista del alemán, que al final se coronó campeón. Este año el australiano ha tenido también que doblegarse al dominio de Vettel, intratable en la pista con seis de ocho carreras ganadas. Este año en Silverstone, Webber salió mal de la pole y se vio superado de arranque por su compañero de equipo. Al final, intentó corregir adelantando a Vettel pese a las órdenes en contra del equipo. Ahora tendrá que explicárselo a Horner.

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