Entrevista a Carmen Crespo, consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía

“Están propiciando una tasa plana de la PAC encubierta que no vamos a permitir”

  • La consejera dice no entender “la pasividad del ministro”, Luis Planas, para defender los derechos de la agricultura española y andaluza en Europa

  • De no corregirse la actual concepción de la futura Política Agraria Común, apunta a graves consecuencias, y la primera de ellas es la despoblación rural

La consejera de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible ha analizado toda la actualidad en su trabajo al frente de esta cartera.

La consejera de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible ha analizado toda la actualidad en su trabajo al frente de esta cartera. / Rafael González (Almería)

–¿Qué papel tiene el campo en esta pandemia?

-De Enero a mayo Andalucía ha subido un 1,8% en las exportaciones y Almería un 7,16%, y por tanto la provincia está tirando del carro en estos momentos de forma importante. Además de ello, se sigue exportando a medio mundo. Por tanto, ha quedado patente para todos que el sector agroalimentario ha sido y es fundamental para abastecer los mercados. Y precisamente por eso debe ser parte de la recuperación económica que ahora toca. Hay que tenerlo muy en cuenta, pues su papel puede ser de colchón en esta crisis. Ya lo fue en la crisis que hubo hace unos años y estamos convencidos de que en Andalucía, que somos una tierra agraria, vamos a tirar con el sector agrario, por lo que hay que tenerle un mimo muy especial.

–Pero pese a la importancia a la que hace mención, parece que es un sector que sigue marginándose...

-La agricultura ha sido el único sector que de verdad ha seguido trabajando pese a la pandemia. Dando de comer, y sin embargo se le sigue marginando. Pero creo que en este momento España no ha impuesto en Europa cuáles son las circunstancias reales. Hay mucha gente que me decía: “Carmen hay que defenderse ante los lobbys interesados sobre las características de nuestra agricultura”. Ya sabemos lo fácil que es hacer reportajes desde fuera sobre el agro intensivo andaluz, de que si no es sostenible social y medioambientalmente, y otras cuestiones. Y lo grave es que eso es totalmente incierto, pero solo lo sabemos los que lo conocemos.

–Y aún con ese valor que ha demostrado tener, sus protagonistas viven con preocupación.

-Primero hay que mostrarse más. Ser más visible, porque parece que hay una imagen distorsionada de nuestra agricultura. Y hay que proyectarla más clarificadora sobre los puestos de trabajo que da, que es mucho más social de lo que se piensa y también más medioambiental. No es justa la imagen que se tiene desde fuera de la agricultura andaluza competitiva. Y yo creo que hay determinados sectores en Europa que tienen muchos clichés. Hay mucha demagogia. Yo defiendo con el mismo ahínco el sector del olivar tradicional que el competitivo. Así de claro, porque el tradicional, al que vamos a darle más recursos y que tendrá su ecoesquema para darle más posibilidades económicas, tiene también una importancia decisiva. En este sentido, lamentablemente también sucede que el Ministerio a veces prima un tipo de agricultura sobre otra, y se le olvida que hay que apuntalar todos los sistemas, cada uno en su medida.

La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, en la redacción de Diario de Almería. La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, en la redacción de Diario de Almería.

La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, en la redacción de Diario de Almería. / Rafael González (Almería)

–¿Es en estos momentos la futura PAC y su anunciado recorte lo que más preocupa a su Consejería?

-Tenemos que luchar en Europa para que Andalucía no pierda en PAC ni tener más vetos. Ahora mismo, lastran al sector los vetos como el ruso, que hay que trabajar para eliminarlo; y el Brexit, del que todo el mundo tiene una gran incertidumbre. Por tanto, el Gobierno de España tiene que afanarse en quitar todas esas interrogantes. Y luego otro aspecto muy importante es el de los aranceles con Estados Unidos. Al Ministerio de Agricultura no se le ha visto muy proactivo a la hora de trabajar en contra de este hecho. En estos momentos le pedimos que hablen claramente en cuanto a los aranceles, sobre qué está ocurriendo, porque evidentemente este asunto se está llevando de una manera que no es la correcta con respecto a la polémica de las subvenciones que tienen que ver con la aeronáutica. Y por tanto eso lo tiene que decirlo muy claro. Hay que evitar que el próximo 12 de agosto tengamos un problema en Andalucía con la aceituna de mesa, el aceite de oliva y otros muchos productos por una subida arancelaria de Estados Unidos. Esto hay que evitarlo a toda costa, porque en algunos casos, el norteamericano copa hasta el 70% de nuestro mercado. Necesitamos un Gobierno certero que trabaje por eliminar los vetos de nuestras exportaciones.

–¿Cómo afectaría a Andalucía la actual propuesta?

-En la PAC hay un recorte que hemos cifrado en un 10,6% entre el primer y el segundo pilar. Bajo mi punto de vista hay además otro apartado más que debemos trabajar y del que no se está hablando nada, como es qué se va a hacer con la nueva OCM y si se van a poner mecanismos de gestión de crisis. Cuando, por ejemplo, si la flor cortada baja en un 80% si no es OPFH, ¿no van a tener posibilidad de mecanismos de crisis? No lo sabemos, y estos mecanismos ahora mismo están muy lentos y no se pueden poner en marcha en tiempo y forma cuando se necesitan. A todo, luego se suma un contexto en el que los problemas de mercado son cada vez más acuciantes. Va a ser fundamental por tanto que luchemos por una OCM que tengan mecanismos suficientes para influir de verdad en el mercado si surgen problemáticas puntuales. Y lo lamentable es que de este asunto tampoco se está hablando nada de momento. Yo entiendo que se tenga que hablar de agricultor genuino, pero también se debe hacer de mecanismos de mercado, porque van a ser cada vez más importantes.

–¿Habría que apremiar en este contexto actual a que los productores se organicen en OPFH?

-Los fondos para OPFH en provincias como Almería o Huelva, por ejemplo, están siendo fundamentales. Porque además los fondos que tienen no son limitados, ya que cuanto más inviertes en la empresa, y más competitiva la haces, más recursos puedes obtener. Por eso, en este momento, la planta viva y flor cortada se está volviendo hacia esta figura porque no puede ser que no estén organizadas. Cuando ha venido la crisis que tanto les ha afectado nos hemos visto en la necesidad de establecer mecanismos rápidos ante este limbo. Ahora mismo ya hay tres en ciernes en Almería y espero que lleguen a buen término.

–Tal y como está concebida en este momento, ¿puede poner en riesgo la viabilidad de algunos modelos productivos de la región?

-Lo que ocurre es que Europa camina hacia un desarrollo de la PAC hacia el aspecto medioambiental. Se han hecho dos estrategias donde hay unas exigencias mayores. Eso está realmente bien, pero lo está cuando das margen de implantación y recursos económicos. Y por tanto no se acompasa con un recorte del 10,6% que hay estipulado. Quieren hacer que los agricultores tengan unos requisitos ambientales muy elevados, esto es también costes de producción mayores, pero sin recursos suficientes. No es entendible. Yo no estoy de acuerdo en absoluto con el conformismo de Luis Planas con respecto a la PAC, y lo siento mucho, pero tengo que decirlo y lo voy a decir una y otra vez. No puede ser conformista un ministro de Agricultura de una potencia agraria como es España. Yo recuerdo cuando el actual partido en el Gobierno estaba en la oposición como criticó que la anterior PAC era recortada y dificultosa, pero cualquier agricultor hoy día firmaba por la actual con sus luces y sombras. Esta PAC nos ha servido para afianzar la población al territorio. Ahora se quiere implantar una tasa plana encubierta, que donde más va a afectar es en el olivar, y no se puede permitir. En Andalucía tenemos de todo tipo de agricultura, la comunidad que más, y yo como consejera las voy a defender todas sus formas. Hay que adaptar los recursos para cada una de ellas, y es por lo que voy a luchar. E insisto que otra cosa que tiene que tener en cuenta el Gobierno contra el recorte es que la PAC en Andalucía siempre se ha utilizado de forma coherente para afianzar la población. Si ahora tenemos una definición de agricultor genuino que no incluya al pluriactivo, por ejemplo, Andalucía se puede quedar despoblada.

Carmen Crespo, consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, en la redacción de Diario de Almería. Carmen Crespo, consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, en la redacción de Diario de Almería.

Carmen Crespo, consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, en la redacción de Diario de Almería. / Rafael González (Almería)

–¿Cómo?

-Pues porque aquí hay una PAC como complemento de renta para unos productores que tienen otro trabajo adicional, sobre todo en muchos sitios de Jaén con el olivar, con el tradicional. Si ese complemento no llega, por cambiar la definición, esas personas tendrían que dejar el campo y las zonas rurales se despoblarían. Son muchas cosas a tener en cuenta, como que todos los conceptos a aplicar tienen que tener un informe de impacto. Si se quiere que el sector sea colchón de la crisis, tienen que darle herramientas para que lo sea, y estas pasan por una PAC sin recortes, una agricultura sin vetos y cuando se le pidan requisitos medioambientales: tiempo y posibilidades económicas. Y a su vez, como no me cansaré de decir, una agricultura con mecanismos de mercado, que se pueda influir en ellos cuando haya problemas, que los suele haber. Y si no es así, es dar un paso atrás.

–Hay mucho en juego...

-El recorte de la PAC es un mensaje injusto para quien ha estado absteciendo los mercados de medio mundo durante la pandemia y va a ser el colchón de la crisis durante este periodo de recuperación. La agroindustria en España y en Andalucía no pueden tener ester mensaje, ni siquiera en Europa. Esta PAC aún debe votarse y los eurodiputados tienen mucho que decir en esa cuantía que se ha estipulado.

–Ha hablado sobre la problemática de la flor cortada. ¿Ha podido este sector salvar los muebles?

-En el caso de la flor cortada, han enido una ayuda porque Andalucía ha estado a la cabeza de las peticiones a la Unión Europea para la modificación del plan de desarrollo rural, que ha permitido que el artículo 21 del mismo pueda ser no solo para inversiones, sino para inyección económica y liquidez a los sectores en un momento de crisis. Si no, la flor cortada, o incluso la ganadería, tendrían muy pocos recursos, por poner un ejemplo.

–Los agricultores han sido decisivos en estos últimos meses, pero antes de eso, a finales de año, salieron a la calle reivindicando precios justos. ¿Cómo valora la situación a día de hoy?

-Es verdad que el tema del precio es algo anterior a la pandemia. Los agricultores salieron a la calle para clamar por unas cotizaciones justas de su trabajo y su producto. La de ellos, evidentemente es una lucha que parte de una cuestión muy lógica. Los precios tienen que cubrir los costes de producción como mínimo, porque si no es muy difícil salir adelante y que una agricultura sea competitiva. El agricultor ha echado muchos recursos económicos en tecnificar sus producciones, en hacerlas más sostenibles tanto social como medioambientalmente y claro, el precio ha seguido siendo el mismo e incluso más bajo. Una de las cuestiones que piden es que si hay requisitos para ellos, aquí, no deben competir de manera desleal con otros terceros países que importan a Europa, tal y como está sucediendo ahora de manera clara. Además los requisitos son cada vez más rígidos, con los que estamos todos de acuerdo, pero no puede ser es que el precio no lo cubra.

"Pedimos al Gobierno los datos de contingentes y precios de países terceros. Seguimos sin respuesta y es algo que hay que controlar"

–Uno de los principales pesares de los agricultores es contemplar, impotentes, como otros países no juegan con las mismas reglas.

-En este sentido, hemos pedido al Ministerio la información de los contingentes, al igual que los precios de entrada, porque hay que controlarlo. Y puedo decir que ahora mismo no tengo ningún dato al respecto, no sabemos si se está controlando, y el Gobierno tiene el deber de denunciarlo en Europa si no se está cumpliendo. Pero como digo, no tengo datos ahora mismo y están pedidos. En este sentido, sobre que se puedan rebasar, desde el Gobierno ponen como excusa que algunos contingentes pueden entrar por Perpiñán o Rotterdam, pero eso no significa nada. Deben pedirlo. Esto es una cuestión de respeto, y queremos que se respete a los productores europeos. Al agro europeo le está constando mucho esfuerzo ser como es: sostenible social y medioambitalmente. Eso no significa que la UE no haga acuerdos con terceros países, pero no deben ser lesivos para los intereses de los productores de aquí. Hay que mantener el equilibrio. 

–Y el Real Decreto Ley de modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria que parece estar creando un problema en lugar de dar soluciones viendo la polémica generada.

-El Decreto-Ley de la Cadena Alimentaria tiene que tener coherencia, no por nada, sino porque modificar la Ley había que hacerla, ya que hay que influir en el problema de los precios. Había que legislar sobre ello. El problema: se trata de una ley que se ha hecho muy rápido, sin el diálogo suficiente y en estos momentos tiene muchas dificultades para implantarse tal y como está concebida. Ahora mismo se está fraguando una Ley para la que ya hemos mandado alegaciones recogidas de todo el sector y creo que hay motivos más que suficientes para modificarla y depurarla. Es necesario que sea implantable de verdad y que se refleje en los contratos con los agricultores.

–¿Usted entiende que su actual concepción es totalmente inaplicable?

-Yo sí entiendo que tiene dificultades para hacerlo.

"La Ley de la Cadena debe tener coherencia y atacar el problema de verdad. El actual decreto es difícilmente implantable”

–¿Se alinea más entonces con la patronal?

-No, pero es que se trata de una realidad que también conocen las organizaciones agrarias. Por tanto, lo que tenemos que hacer es poner alternativas. Las alegaciones mandadas por Andalucía son muy clarificadoras al respecto. Hay que establecer y estructurar bien la cadena alimentaria, con una Ley que influya de verdad en unos precios justos para el agricultor y su producto. Creo que todo el mundo está de acuerdo con eso.

–¿Y cómo se salva el escollo de los costes de producción?

-Dando más flexibilidad a las circunstancias del precio mínimo en el contrato. Una flexibilidad que también quieren los agricultores, porque si no sería muy difícil, ya que tendrían que parar muchas partidas. Y quiero puntualizar que las alegaciones que le hemos hecho llegar al Gobierno de España no son las de la Consejería de Agricultura, sino las del sector, consensuadas con ellos.

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