Desde que a finales del siglo XIX la mujer se deshiciese de la opresión del incómodo corsé, la moda ha ido siendo generosa y variable en cuanto a sus líneas, permitiendo que quienes quisieran fuesen ajustadas... o no. Siempre se ha considerado femenino el resaltar las curvas pero esta temporada lo verdaderamente sexy es insinuarlas bajo prendas anchas.

Las líneas amplían sus horizontes y el cuerpo respira liberado. La hegemonía de lo strech ha llegado a su fin por obra y gracia de la estética seventies y el aire bohemio, además de la masculina más british. Cada una en su onda, dibujan vestidos con estampados paisley, faldas al más puro estilo hippy-chic o tops lenceros de lo más insinuantes. Pero, sin duda, el rey es el pantalón de pata de elefante o pantalón palazzo, que ha conquistado el corazón de celebrities, it girls, bloggers y público en general gracias a su capacidad de adaptarse a looks más formales (con camisas y chaquetas) o más casual (con zapatillas y camisetas).

He aquí la prueba de que comodidad y estilo son dos conceptos que pueden estar muy bien avenidos: la silueta oversize.