Pasarela

Andalucía de Moda: Minimalismo para afrontar la crisis

  • Una nueva edición de la cita con la moda andaluza arrancó este martes en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla con las interesantes propuestas para la próxima Primavera-Verano.

Posiblemente se trata del entorno más hermoso de todos los que se han utilizado para el desarrollo de "Andalucía de Moda" certamen que, una vez más, vuelve a celebrarse (ayer y hoy) para, en esta ocasión, adelantar las propuestas que, cara la próxima Primavera-Verano 2011, realizan algunos de nuestros creadores más prestigiosos. Profesionales como Fernando Claro el cual apostó, como siempre, por una colección minimalista cimentada sobre unas bases que constituyen su propia señal de identidad: buenos patrones y buena costura, tejidos de calidad y, sobre todo, un original patrón donde, los volúmenes, cobran vida propia. Articulada en torno a los verdes aguas y al gris, la línea del sevillano ofreció vestidos muy cortos con gasas superpuestas que se articulaban de diferentes formas sobre el cuerpo de las modelos. Elegantes dos piezas se mezclaron con corpiños rematados por cuellos camiseros bajo los que nacían grandes collares y gargantillas y, además, vaporosos monos se alternaron con looks bailarina para remarcar la delicadeza de la mujer que Claro defiende a la hora de dar vida a su futurista universo.

Lo de Daniel Carrasco fue una explosión de colores dentro de la gama de las tonalidades rojas, naranjas y amarillas. A partir de ahí se presentó una moda sencilla en la que destacaron los tirantes anudados con elementos circulares y, en especial, las "medias chaquetas" las cuales, construidas en base a una sola manga, se anudaban a un lado de la figura femenina. Vestidos largos y dos piezas, de blusa y falda, resultaron el corte más repetido buscando, a través de ellos, una comodidad, en ocasiones, olvidada. Posteriormente, cerrando la jornada, llegó el turno, en pase compartido, de Tonalá y Cristo Báñez quien resultó el más valiente de la jornada pues, sin ningún tipo de pretensión ni barroquismo, innovó tanto en la forma, como en el fondo.

Así, para empezar, Báñez ha decidido implicarse en la ropa para hombre y, además, lo hace desde una perspectiva muy equilibrada pero innovadora. De esta forma, bajo el título de "Café de Argel", Cristo buscó inspiración en las raíces musulmanas, en el Mediterráneo y en la óptica más kitsch de lo español, dando como resultado de esta mezcolanza batines con serigrafías de cantantes clásicas de la copla, toallas de dos caras (rizo y algodón), sudaderas rematadas por cuellos redondeados o chaquetas de lino -con y sin mangas- que despertaron la admiración entre el público. "Maxigafas" de sol, grandes zurrones de piel, sombreros, sombrillas… Una glamourosa visión de cómo disfrutar del verano, sin descuidar ningún detalle.

Tonalá, rescató el espíritu setentero de Cuéntame a través de estampados que reivindicaban ese flower power ("poder de las flores") tan juvenil y, al mismo tiempo, desenfadado. Hileras de pequeños botones para rematar cuellos en "uve", y el rescate del vaquero para vestidos sin mangas o en dos piezas, dos de sus aportaciones dentro de un panorama que cambió la ostentación por la sencillez puesto que, siguiendo una máxima del sector que nunca falla -y menos en épocas de crisis-, "menos es más".

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