Pasarela

El Picasso de la fotografía de moda

  • Irving Penn empezó como pintor pero se consagró como fotógrafo

  • Este verano se cumplen 100 años del nacimiento del artista que ha servido de inspiración para la fotografía de moda actual

En toda fotografía de moda se tienen que tener en cuenta tres elementos: Lo que visten las modelos (el diseñador), el ambiente y la recreación de un espacio (el fotógrafo), y quién viste la ropa (la modelo). A menudo sucede una disputa entre egos, ¿quién tiene más protagonismo? La moda no podría ser sin ropa, sin imágenes y sin maniquíes. La fórmula del éxito es combinar estos tres elementos , que nunca se eligen al azar y tienen un objetivo: Crear arte y generar un negocio. El componente artístico lo marcan los diseñadores con sus creaciones, que nacen de una necesidad de cambio. La fotografía combina el arte y el negocio. Para vender algo hay que sorprender, y el fotógrafo que innova hace historia porque introduce un nuevo enfoque mostrando un contexto de moda adecuado a la estética. Las caras que visten la moda de ese momento son la belleza del mismo. El fotógrafo es el que las elige, por eso tiene poder a la hora de crear tendencias de belleza en la sociedad.

Hace cien años que nació Irving Penn, uno de los artistas más importantes de la fotografía de moda del siglo XX cuya influencia sigue en la actualidad. Empezó como pintor y estudió en la Escuela de Arte de Chicago. Allí, uno de sus profesores era editor de arte de la revista Harper´s Bazaar y le ayudaba con el escaparatismo. Ese fue su primer contacto con el mundo de la moda. Cuando descubrió que la pintura no era lo suyo, le llamaron de Vogue. Allí empezó a coordinar a los fotógrafos y darles su punto de vista. Como nadie conseguía agradarle se dedicó él mismo a fotografiar y empezó a desarrollar su talento. Decidió hacer fotografías de interior, al contrario que la tendencia del momento. Lo principal en sus imágenes eran los diseños, no las modelos. Intentó proyectar los conceptos que introducían en ese momento los grandes de la moda. Dior y Balenciaga reinaban en París en los años cincuenta, etapa conocida como la Edad de Oro de la Alta Costura.

Las fotografías de Penn siempre eran estéticas. La ropa va en un primer plano, con un fondo neutro, sin paisajes. Estuvo en activo más de seis décadas y realizó una gran cantidad de trabajos, especialmente para la revista Vogue. Su ingrediente más importante radicaba en el dominio de la técnica y en el concepto de capturar el alma del objeto. Rey del contraste entre luces y sombras, fue seguidor de la máxima minimalista, "menos es más". Irving Penn fue siempre fiel a la simplicidad de su estilo y se convirtió en el fotógrafo más vanguardista de su época.

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