Pasarela

'Deslices' reales

  • El escándalo de la supuesta hija ilegítima de Alberto II de Bélgica no es el primero de las monarquías Carlos Gustavo de Suecia fue acusado en 2010 de organizar orgías

Los términos monarquía e hijo ilegítimo van de la mano desde que el mundo es mundo. Históricamente hay numerosos reyes, de todos los países y épocas, que han mantenido relaciones extramatrimoniales; muchos de estos sonados romances han dado sus frutos en forma de bastardos, como se les conoce entre la realeza. De ahí que la aparición televisiva de la supuesta amante de Alberto II, el anterior monarca belga que abdicó en su hijo Felipe el pasado 21 de julio, no nos sorprenda. La existencia de una hija nacida del "amor" de diez años, como la baronesa Sybille de Selys Longchamps sostiene, entre ella y Alberto II, tampoco supone un escándalo a estas alturas. Pese a que el ex soberano belga se empeñe en negar esta paternidad, puesto que monarquía obliga.

A sus 79 años, muchos afirman que el antiguo rey de Bélgica se vio obligado a dejar paso a su heredero antes de tiempo para evitar males mayores. La corona no se podía ver afectada. La presunta hija de Alberto II, Delphine Böel, de 45 años, había exigido unas pruebas de ADN para demostrar que es hija de quien dice ser. Desde entonces, se han publicado muchos y jugosos datos sobre este supuesto romance que duró una década. Hasta el punto que algunos medios belgas han difundido fotos de Alberto con Delphine tomadas en los 70.

En su reciente intervención en el canal de la televisión flamenca Vier, la baronesa contó que conoció al entonces príncipe Alberto en el verano de 1966 y menos de dos años después dio a luz a Delphine, a la que sólo cuando tenía 17 años habló de la identidad de su padre. Según aseguró, el embarazo fue un momento "difícil" , durante el que se vio obligada a mentir de forma continuada, dado que tanto ella como Alberto estaban casados. "El parto, que debería ser un momento feliz, a mí no me trae buenos recuerdos", señala Selys, quien ha asegurado que el bebé que dio a luz "se parecía como dos gotas de agua" a Alberto. El que posteriormente sería rey, que por entonces ya había tenido tres hijos con su mujer Paola, envió 24 rosas rojas a su amante tras el parto. Alberto visitó a madre e hija a menudo y se "preocupaba" por ellas. Pero Sybille no ha dejado pasar la oportunidad de arremeter contra la esposa de su ex amante, Paola, a la que califica de "italiana arrogante" y acusa de tener a sus hijos abandonados. Es más, desvela que el matrimonio estuvo a punto de divorciarse en dos ocasiones, en 1969 y 1976. La primera vez el hermano de él, Balduino, acabó frenando el proceso.

Pero, hasta cierto punto, lo de Alberto II puede considerarse que fue una historia de amor, aunque fuera del matrimonio. Lo que no tiene nombre son los devaneos de Carlos Gustavo de Suecia, acusado no sólo de tener varias amantes (una de ellas la cantante Camilla Henemark, ex vocalista de una popular banda de pop sueco de los 80), sino también de visitar prostíbulos y frecuentar orgías. Las malas lenguas también dicen que en los 90 su matrimonio con la reina Silvia también estuvo en la cuerda floja. Otro que sabe bien de hijos ilegítimos es Rainiero III de Mónaco. De hecho, él llegó a gobernar el Principado gracias a que su abuelo, Luis II, decidió reconocer y ceder sus derechos al trono a su hija ilegítima Carlota, madre de Rainiero.

Remontándonos en la historia de España, Alfonso XII fue un narigudo mujeriego al que no le faltaron amantes. De los múltiples escarceos de Alfonso XIII es prueba hoy Leandro de Borbón, considerado hijo suyo y de Carmen Ruiz Moragas. Y la prolífica vida sentimental de Isabel II es vox populi a estas alturas. Hasta el punto de ser conocida como 'la ninfómana'.

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