Enigmática, sorprendente y reveladora. Así define ¡Hola! a Isabel Pantoja en su portada. De los tres adjetivos parece que el más adecuado es el de "enigmática", pues dice mucho sin decir nada. "Me gustaría estar con la persona que quiero, pero no puede ser". Vale, todo el mundo interpreta la realidad que va detrás de sus palabras. Pero es eso, pura interpretación. Viene a decir que renunció al amor dadas las tormentosas circunstancias y que está volcada en su trabajo porque le falta el amor. Y si no quiere decirlo, es lo que parece. Entrevistada por su amiga y siempre defensora, Chelo García-Cortés, la verdad es que está estupenda, pero me temo apuntar que gracias al siempre agradecido Photoshop, que ha borrado cualquier línea de expresión de su cara, y la ha llenado de luz.

Frente a ella, nada tiene que hacer Cayetana de Alba, la duquesa hippie en Ibiza o la nueva vida de los duques de Palma en Washington, que para la revista Diez Minutos merecen la primera plana. Con el Capitolio de fondo, la hija del Rey y su marido se muestran muy ilusionados, y por lo visto sus hijos están felices. Son una monería. Igual que los hijos de Julio Iglesias y Miranda, a los que Semana les hace hueco en su portada, eso sí, en un discretísimo plano frente al duelo del verano: Belén Esteban contra María José Campanario. Mientras, Jesulín guarda prudencial silencio. Inteligente por su parte. No se qué es peor, si la parienta enfadada en casa, o la Esteban a pleno grito en el plató. O sí.