Los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, y los Príncipes de Asturias, acompañados de sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, asistieron ayer en la Catedral de Mallorca a la tradicional misa del Domingo de Pascua, oficiada por el obispo de Mallorca, Jesús Murgui.

Los Reyes y los Príncipes llegaron en vehículos separados y fueron recibidos por el obispo de la isla en la entrada del templo. En el exterior de la catedral, unas 300 personas esperaban a los miembros de la Familia Real, a los que recibieron con palmas.

En esta ocasión, Doña Sofía vestía un traje rosa palo, con zapatos también rosas y blancos, mientras que la Princesa de Asturias lucía una gabardina corta gris, un pantalón azul marino y unos tacones azules. Por su parte, las infantas Leonor y Sofía, que fueron el centro de atención y cariño por parte de sus mayores, portaban un traje rosa y un vestido blanco estampado de flores.

Tras el posado, el Rey deseó unas felices Pascuas a los numerosos medios de comunicación congregados alrededor de la Catedral, así como a los ciudadanos que, a pesar de la lluvia, se habían acercado para ver la entrada de los miembros de la Casa Real, a muchos delos cuales saludó personalmente. Hay que destacar que en esta ocasión no se ha podido realizar el posado con todos los miembros de la familia Real, como ha ocurrido en años anteriores, ya que tanto las infantas Cristina y Elena como sus respectivos hijos no han disfrutado en esta ocasión de sus vacaciones de Semana Santa en Palma de Mallorca.