Pasarela

Karl vuela en 'high class'

  • El káiser de la moda convierte el Grand Palais parisino en la terminal de aeropuerto más 'chic'

Karl Lagerfeld invitó ayer a los asistentes a su desfile a embarcar por la puerta Nº 5 minutos antes de que el vuelo de Chanel Airlines despegara. Un viaje largo en el tiempo -que llevó a sus pasajeros hasta la primavera/verano del 2016- pero con cero turbulencias. Cómo iba a dar el káiser una puntada sin hilo. Él sabe que no tiene margen de error, y es que nunca llueve por encima de las nubes.

El fashion show de la maison es el más esperado de cada semana de la moda parisina, especialmente por su puesta en escena. Desde muy temprano de la mañana de ayer los perfiles de Instagram de las bloggers fashionistas y personalidades del mundo de la moda internacional se llenaron de imágenes que invitaban al curioseo. En ellas se veían pequeños detalles de una estilosa terminal de aeropuerto con el logo de Chanel y guiños a la casa de Coco por todas partes. Qué locura era ésa. ¿Acaso el equipo de marketing se ha vuelto loco redecorando cualquier aeropuerto de la ciudad de la luz? No, exactamente. Karl, tras crear su propio casino, supermercado y braserie para presentar sus propuestas, había puesto el ojo en el dinamismo de una terminal, y había imaginado la suya propia en el Grand Palais parisino. Chanel Airlines se llama su compañía ficticia de altos vuelos. Pero aquí lo que volaba de verdad era la imaginación.

Puertas de embarque, mostradres de check-in, salas de espera... Las modelos se paseaban por el escenario -porque esto es algo más que una pasarela- con la naturalidad por la que lo harían por un aeropuerto de verdad. Recogían sus boarding pass en los mostradores en los que eran atendidas por personal perfectamente ataviado y andaban de aquí para alla con maletas y bolsos de viaje que se convirtieron en la gran sensación.

Chanel no quería ser obvio y aunque sí se fijó en la paleta cromática de los uniformes de las azafatas, con el rojo, el azul y el blanco como protagonistas (sólo en una parte de su colección, en otra se inspiró en todos los colores del cielo), definió sus patrones de una forma muy diferente. Su director creativo se ha inspirado en el look de los viajeros más estilosos y ha creado prendas cómodas, de corte oversize, superpuestas e inspiradas en el sportwear sin olvidarse del ADN de la casa, que se vio en sus distintas chaquetas y abrigos en tweed. Era Chanel sin serlo del todo.

Con ciertos aires sesenteros las faldas bajaban de la rodilla y los pantalones acampanaban sus formas. Por otro lado, y como se trata de viajar cómoda, el calzado era ante todo cómodo, pero chic. Por supuesto, esto es un aeropuerto y no podían faltar las siempre glamourosas gafas de sol, algunas en colores llamativos y estrafalarios. A juego con los estampados estrambóticos y ocurrentes que se convierten en los protagonistas de la nueva línea de la firma.

Satisfecho de la atmósfera creada salió Lagerfeld a saludar a sus entregados invitados, que estaban sentados en las típicas bancas de descanso de las terminales, y lo hacía junto a una de sus musas, Cara Delevingne, como compañera de viaje. Muy cerca aplaudía la it-girl de nueva generación Lily-Rose Depp, hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis. Ellas fueron las viajeras que más miradas robaron en este desfile de primera clase.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios