Pasarela

Milán: la sofisticación italiana

La Semana de la Moda de Milán puso ayer el broche de oro a su cita anual, una edición marcada por las exigencias de la editora de Vogue. La jornada de ayer fue un cierre anticipado, pues la pasarela tenía que prolongarse hasta hoy, un punto y final que ha perdido el atractivo de los grandes nombres por deseo expreso de la poderosa gurú de la moda, Anne Wintour, editora jefe de la revista Vogue, que exigió y consiguió que las citas más importantes se concentraran durante el fin de semana.

Así, Dolce & Gabbana fue uno de los protagonistas del fin de semana presentando una colección que tenía como fondo una película sobre su trabajo y con la que reivindicaron el 'made in Italy' sensual, elegante, transgresor y chic de la moda italiana. Los dos famosos modistos sicilianos proyectaron un filme, con una banda sonora de Michael Buble, en el que se les veía cortar los cuellos de una chaqueta, crear una rosa con tela y ajustar el traje de una modelo, entre otras labores, mientras más de medio centenar de modelos desfilaban mostrando sus creaciones.

Domenico Dolce y Stefano Gabbanna mostraron mujeres que vestían chaquetas negras de doble botonadura, de hombres, con culotte y las piernas al aire. Para la mujer del próximo otoño-invierno mostraron faldas estrechas, con blusas exageradas y chaquetas de tweed bajo las que se lleva blusas de encajes transparentes o corpiños negros. Inspirándose en su Sicilia natal, también mostraron vestidos de flores con brocados sicilianos, chaquetones negros y encajes de 'viuda siciliana'. Todo al más clásico estilo sexy Dolce & Gabbana pero adecuado a los tiempos.

Por su parte, Roberto Cavalli, quien también desfiló el domingo, vuelve a sus orígenes y tras varias colecciones en las que predominaron los colores oscuros, sacó a la pasarela un mujer que porta chaquetones estampados con figuras de animales y vestidos largos.

Las propuestas de las modistas italianas Mila Shon y Laura Biaggiotti, ayer, a pesar de todo, supieron mantener el nivel para la despedida. Biagiotti sorprendió con un estilo que viaja entre la candidez de Caperucita y "una mujer un poco Avatar", según la propia estilista, mientras Shon siguió haciendo alarde de por qué la llaman en Italia la 'señora de la elegancia'.

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