Pasarela

"Nunca me he considerado a mí misma una folclórica"Carlos Moyá y Carolina Cerezuela se han casadoLos príncipes de Mónaco celebran otra boda en Durban

Joana Jiménez está feliz y, la verdad, es para estarlo pues, en los tiempos que corren, la multinacional Sony Music ha decidido apostar por ella como uno de sus nuevos fichajes a nivel nacional. Así, la sevillana se encuentra inmersa, en estos instantes, en una importante campaña de promoción que le ha llevado a programas líderes de audiencia como Sálvame donde, el público de nuestro país, ha podido comprobar unas dotes para la música que vuelve a demostrar en Las flores de mi esperanza, recuperación de algunas de las coplas de su primer disco, Salvaora, junto a otros éxitos nuevos como Por la calle abajo o el tema que da título al álbum. Es la recompensa a muchos años de entrega de los que, su marido, su hijo Adrián y su familia, han sido sus más fieles testigos.

-Echando un vistazo a su biografía se ve claro que, esta profesión, era su destino, ¿verdad?

-Fíjate que, con once o doce añitos, ya grabé dos LP´s de temas inéditos, el primero, y sevillanas, el segundo. Incluso antes, con nueve, hice una casete en la que incluía una versión de Aquella Carmen con lo que, imagínate… Estudié hasta COU pero, luego, me fui a Madrid con dieciocho años para actuar en el Teatro Príncipe. Era como una afición hasta que me lancé a esto de lleno. Ten en cuenta que, desde que tengo uso de razón, la copla ha sido la banda sonora de mi vida. La tengo en el 'sentío' igual que el flamenco.

-Y gracias a las que, su actual discográfica, ha apostado fuerte por usted… ¿Cómo se ha tomado esto?

-Por una parte da mucha responsabilidad y, por otro lado, es un regalo que me ha dado Dios y que no pienso desaprovechar. ¡Da un subidón de adrenalina que no te cuento! (risas).

-¿Qué le dicen los suyos al respecto?

-Están locos de contentos. Son felices viéndome a mí feliz y viendo que puedo dedicarme a lo que me gusta. Los tengo a todos de mi parte porque, cualquier triunfo mío, también lo es de mi gente. Soy una privilegiada en todos los sentidos.

-Pero, ¿es su trabajo lo que más valora?

-No, no. Para mí lo fundamental es mi niño -que está incluso por encima de mí- y los míos. Deseo ser madre y también actuar y no me parece que sean cuestiones incompatibles. En caso contrario, sería alguien incompleto. En cuanto a otra maternidad, me la planteo cuando surja la oportunidad.

-¿Considera que es la sucesora de la línea que, de momento, parece terminar en Isabel Pantoja?

-Bueno, yo no me considero sucesora de nadie. Sí es verdad que las dos hemos flirteado con el flamenco, que hacemos coplas… De todos modos, yo nunca me he considerado a mí misma una folklórica. Me da la sensación de que, las "copleras", llevan otro "rollo" distinto al mío.

Carlos Moyá y Carolina Cerezuela conforman una de las parejas más estables y consolidadas del papel couché de este país. Una relación que ahora ha dado el paso más importante: pasar por el altar. La pareja se ha dado el 'sí quiero', por sorpresa y en la más estricta intimidad, en una ceremonia civil celebrada en Mallorca ante la atenta mirada de sus familiares, amigos más íntimos y, como no, su bebé de casi un año, Carla. A pesar de haber mostrado una especie de alergia al matrimonio durante su largo noviazgo, la pareja ha decidido formalizar su relación convirtiéndose en marido y mujer. Una decisión que hace más maduro su amor, aunque éste vivió su mejor momento con el nacimiento de su hija en agosto del 2010.

Alberto y Charlene de Mónaco continúan con sus celebraciones de boda. El matrimonio ha organizado un convite en Durban, tierra natal de la sudafricana, para medio millar de invitados. A la fiesta, celebrada en el lujoso hotel The Oyster Box, acudieron amigos, familiares y personalidades que, por diferentes razones, no pudieron asistir al enlace que tuvo lugar en Mónaco el pasado 2 de julio.

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