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Paris Jackson, hija de Michael Jackson, ingresada tras un intento de suicidio

  • La adolescente, de 15 años, ha sido hospitalizada con varios cortes en las muñecas, aunque se recupera favorablemente.

Paris Jackson, la hija de 15 años del difunto cantante Michael Jackson, fue ingresada en un hospital de Los Ángeles (California) tras un intento de suicidio, según confirmó su madre, Debbie Rowe, al programa Entertainment Tonight. "Ha sufrido mucho últimamente", explicó sucintamente Rowe, quien confirmó que la joven está ingresada con algunos cortes en las muñecas. Una fuente cercana a la familia indicó, asimismo, que el suceso se produjo después de que a Jackson se le impidiera acudir a un concierto de Marilyn Manson. Una fuente presente en el hospital indicó al canal CNN que Jackson "va a estar bien".

La joven se recupera favorablemente, según explicaron los abogados de la familia en un comunicado. "Paris se encuentra bien físicamente y recibe la atención médica adecuada", indicaron. "Ser una adolescente de 15 años sensible es difícil independientemente de quien seas. Es especialmente difícil cuando pierdes a la persona más cercana a ti. Por favor, respeten su privacidad y la de su familia", añadieron.

El cuerpo de policía de Los Ángeles confirmó que acudió a la residencia de la joven, ubicada en Calabasas, en torno a la 01:30 hora local y llevó a Jackson a un hospital cercano en ambulancia. El departamento de bomberos respondió a una llamada de emergencia descrita como "una posible sobredosis". Poco antes de que se produjera la llamada de emergencia, Jackson había escrito en su cuenta de Twitter: "Ayer todos mis problemas parecían estar lejos... Ahora parece que vuelven para quedarse". También aparecía la siguiente frase: "Me pregunto por qué las lágrimas son saladas".

La Corte Superior del condado de Los Ángeles acogió el pasado 29 de abril la primera jornada de un nuevo juicio en torno a la muerte de Michael Jackson, un litigio que tiene como demandante a la madre del artista, que acusa a la promotora AEG Live de ser responsable civil de su fallecimiento. Paris Jackson, junto a su abuela, Katherine, y sus hermanos, Prince y Blanket, aparecen como demandantes. Estaba previsto que Paris y Prince testificasen en las próximas semanas.

El abogado de la familia, Brian Panish, culpó a AEG de presionar a Jackson e ignorar su delicado estado de salud con el único objetivo de hacer un negocio redondo con la reaparición de Michael Jackson sobre los escenarios, prevista para julio de 2009 en Londres. El abogado explicó que durante el litigio probará la vinculación laboral entre el médico de Jackson, Conrad Murray, y AEG Live. Murray cumple actualmente una sentencia de cuatro años de prisión tras ser condenado a finales de 2011 por homicidio involuntario en el juicio penal por la muerte del cantante. El jurado consideró probado entonces que Murray fue quien causó el repentino fallecimiento de Michael Jackson por sobredosis de medicamentos.

Víctima colateral de la excentricidad de su padre

Con sólo 15 años e ingresada en un hospital por un intento de suicidio, Paris Jackson tiene todas las papeletas para convertirse en una víctima más de la voracidad con la que el mundo de las estrellas acaba con quienes despuntan pronto. Dentro de pocos días, el 25 de junio, se cumplen cuatro años de la muerte de su padre, Michael Jackson, y está previsto que a finales de mes ella y su hermano mayor, Prince Michael, de 16 años, testifiquen en el juicio contra la promotora AEG Live. Mucha presión para una adolescente que se crió entre algodones, protegida e incluso escondida del mundo junto a su padre y sus hermanos, conocidos como Prince y Blanket. Una vida nada al uso, en la que los tres críos acompañaban a su padre a todas partes, aunque nunca aparecían en público. Ni siquiera existían imágenes de ellos, ya que siempre iban cubiertos con máscaras o con telas que les tapaban las caras.

Pero eso cambió el día del homenaje multitudinario que despidió a Michael Jackson unos días después de su muerte por sobredosis de medicamentos. El 7 de julio de 2009 casi un millón de personas se congregaron en los alrededores del Staples Center, de Los Ángeles, para decir adiós al rey del pop y se calcula que más de 2.000 millones de personas lo siguieron por televisión, radio e internet. Allí apareció una niña de 11 años, con lágrimas en unos inmensos ojos azules, que se convirtió en el objetivo de cámaras y fotógrafos cuando tomó la palabra para hablar de su padre. "Desde que he nacido mi papá ha sido el mejor padre que se puede imaginar y solo quiero decir que te quiero mucho", afirmó emocionada.

París Michael Katherine, hija de Michael Jackson y de Deborah Jeanne Rowe se convirtió en ese momento en una nueva estrella cuando no estaba preparada para serlo y la lucha por su custodia entre su madre y su abuela Katherine no ayudó a su estabilidad emocional. Aunque sus hermanos, Prince Michael, entonces con 12 años -también hijo de Rowe- y Prince Michael II, de 7 e hijo de una madre desconocida, también se convirtieron en el centro de atención, Paris fue la que dio el salto a los medios con más facilidad. Tras solucionarse el tema de la custodia -se quedaron con su abuela materna- París comenzó a ser protagonista de las noticias y de las revistas del corazón.

Declaraba entender las razones de su padre para ocultarles al mundo cuando eran niños aunque consideraba "estúpido" que lo hiciera; aparecía en programas televisivos, como el de Ellen DeGeneres; anunciaba su debut en el cine -que nunca fraguó- y luego aseguraba que su deseo era ser cirujana. Pasó de su imagen infantil a la habitual de una adolescente rebelde, meditaba sobre su futuro mientras dudaba si irse a vivir con su madre y, mientras, daba a conocer su vida a través de las redes sociales. En Instagram se pueden ver cientos de sus fotos, más o menos personales, con su tía Janet, en fiestas con sus amigos y siempre divertida. Y con más de un millón de seguidores en Twitter, volcaba sus pensamientos más personales a la vista del mundo entero, que no dejaba de observarla.

Varios intentos de suicidio, según los medios estadounidenses, han desembocado en el más grave hasta la fecha, que ha obligado a ingresarla en un hospital con cortes en las muñecas. Si es solo una llamada de atención o algo más serio, está por ver. Pero lo que si es cierto es que los mensajes colgados en su Twitter en los últimos días muestran un pesimismo y una tristeza impropias de una joven de quince años que lo tiene todo.

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