La familia de la hija adoptiva de Madonna, Mercy James, está planeando demandar a la diva del pop por no cumplir con su promesa de viajar a Malawi asiduamente para que los familiares biológicos de la niña puedan verla.

La cantante adoptó a Mercy, de cinco años de edad en la actualidad, en 2009, cuando la pequeña estaba viviendo en un orfanato de Malawi. Al parecer, la madre de la niña había fallecido en el parto, pero el resto de su familia seguía viva, aunque no podían hacerse cargo de ella por problemas económicos.

La noticia supuso un escándalo del que Madonna no salió muy bien parada, pero finalmente el asunto se solucionó gracias a un acuerdo de la cantante con la familia de la niña.

Mercy es el segundo huérfano de Malawi que Madonna adopta después de David Banda, con quien también tuvo problemas durante el proceso puesto que el padre biológico del pequeño la acusó de ser el motivo de que no hayan podido volver a verse más y perdieran todo contacto.

En este caso, la artista se había comprometido verbalmente a viajar de forma regular a Malawi para que la familia pudiera ver a la pequeña. Pero ahora los familiares de Mercy James han saltado de nuevo a la palestra sosteniendo que Madonna no ha cumplido la promesa; de ahí que hayan recurrido al Comité de Libertades Civiles del país africano para protestar.

Ajena a los problemas con la Justicia que está causando a la estrella del pop, la abuela de Mercy, Lucy Chekechiwa, ha declarado que lo único que quiere es ver a la niña que cuidó cuando era bebé. "Vivimos una vida simple, con poco dinero y pensamos que (Mercy) estaría mejor en un orfanato en sus primeros años. Sabemos que Madonna dio mucho dinero al orfanato, y la gente allí nos persuadió de dejarla con ella. Pero ella no puede amarla más que nosotros, eso no es posible".

También el hijo de Lucy Chekechiwa, Peter Baneti, tío de la niña, ha manifestado: "Visitábamos a Mercy regularmente y nunca quisimos que la apartaran de nosotros y que saliera de su país. Pero nos dijeron que era una oportunidad única para la niña de tener una buena vida con una estrella internacional y que se cerciorarían de que la niña nunca perdiera contacto con sus raíces africanas. Nos sentimos engañados, y mi madre piensa lo mismo".

Los abogados del grupo de Derechos Civiles de Malawi han señalado que la clave de la cuestión es que el contrato para que la familia siguiera mantuviendo contacto con la niña se realizó de forma verbal, así que no consta nada por escrito. "La familia de la pequeña Mercy nos ha visitado varias veces durante el último año", informan, "porque están muy trastornados. Madonna les dijo que podrían ver a la pequeña e incluso que cuando fuera adulta, volvería a vivir con ellos en Malawi". Con todo, recalcan que nadie quiere un proceso judicial largo ni embarazoso para la estrella sino un acuerdo por el que Mercy pueda ver regularmente a sus familiares.