Es una de las figuras más representativas del tenis español, pero ahora Carlos Moyà se dedica a la que para él es su verdadera pasión: la familia. Junto a su mujer, Carolina Cerezuela, se ha convertido en la imagen de Ebay estas navidades. -¿Se ha convertido Ebay en uno de sus mejores aliados a la hora de comprar?

-Por supuesto. Creo que es una plataforma muy cómoda. Puedes comprar desde casa, desde el sofá tranquilamente. Y tiene un catálogo muy amplio de cosas. Además, destacaría que puedes comprar cosas que no encuentras en España.

-¿Cuál es el regalo ideal para estas Navidades que se podría comprar on line en una web como Ebay?

-Yo soy muy tecnológico desde siempre. Cualquier gadget. Un buen regalo para una familia podría ser la Play Station 4.

-¿Qué significa Carolina en su vida?

-Un apoyo fundamental. Es una madre estupenda y una compañera inmejorable en este viaje que es la vida.

-Imagino que se convertiría en su apoyo cuando dejó la capitanía de la Copa Davis.

-Sí, todas las decisiones de trabajo son consensuadas y a mí me sirve de apoyo a la hora de tomarlas. Tenemos un objetivo común: la familia es lo primero. Yo le dije lo que sentía y ella me dijo que adelante con lo que yo pensaba. Me prestó todo su apoyo.

-¿A usted qué le ha cambiado, el amor o los hijos?

-Supongo que las dos cosas van muy parejas. El amor y los hijos son imprescindibles para ir evolucionando en la vida y está claro que el hecho de tener hijos significa un cambio muy grande. Sobre todo, hace que cambien las prioridades de la vida. Nuestro objetivo era tener familia numerosa y lo hemos conseguido.

-¿Quién de ellos se parece más a usted?

- De momento Carla, la mayor. En cuanto a carácter y forma de ser es la que más se parece a mí.

-¿Le gustaría que alguno de sus hijos fuese tenista?

- Me gustaría que hicieran lo que ellos quisieran, que sean felices. Yo les voy a aconsejar sin presionarles en nada, para que al final sean lo que ellos quieran.

- Y a usted, de no haber sido tenista, ¿qué le hubiera gustado ser?

- La verdad es que no lo sé. Siempre tuve claro que el tenis era mi pasión y que quería dedicar mi vida a ello.

-¿Tiene proyectos profesionales? ¿Cuáles?

-De momento no los tengo. Quiero pasar más tiempo con mi familia. Ahora me voy a Asia a jugar unos torneos y de cara al 2015 no pido nada material. Sólo quiero salud para los míos, para los que me rodean. Con eso sería feliz.

-¿Tanta felicidad no le asusta un poco?

-Creo que hay que disfrutar del momento. Eso no puede dar nunca miedo. Hay que ser conscientes de que las cosas pueden cambiar en el futuro. Por eso siempre intento disfrutar del momento.