Pasarela

Rosa Clará: Adiós al blanco nupcial

  • Los colores pastel protagonizaron la presentación de la nueva colección de novias de Rosa Clará que, con el andrógino top model Andrej Péjic, inauguró la Barcelona Bridal Week.

Romina Belluscio, espectacular chica de Guti, Darek y la suya, Susana Uribarri, Elena Furiase junto a su pareja, Leo de la Torre, Edurne, Sonsoles Suárez, Óscar Higares y Sandra Álvarez, Esmeralda Moya, Úrsula Corberó… Sin embargo, a pesar del carrusel de famosos invitados al desfile de Rosa Clará, fue Andrej Péjic, el top model bosnio estrella del desfile, el que más captó la multitudinaria atención mediática ya que se trataba ésta de la primera ocasión en la que un chico, rubio y con transparente mirada nórdica, lucía de novia sobre una pasarela nupcial española. Y no cualquier pasarela además pues hablamos de la Barcelona Bridal Week, nuestro espacio más importante a la hora de hablar de todo lo referente a la moda pensada para las ceremonias nupciales.

No decepcionó Andrej ni en belleza, ni en movimientos pues, delicado y femenino, su porte, recibido con un aplauso por el público, fue acorde a la colección de una diseñadora que, temporada tras temporada, se renueva con éxito. Para esta ocasión, el abanico cromático se abrió con amplitud desde los rosas pasteles a los blancos naturales pasando por los verdes aguamarina o los azules cielo. No es la primera ocasión en la que Clará apuesta por looks nupciales rompedores pues, temporadas atrás, ya hizo lo propio introduciendo el negro como alternativa al inmaculado tradicional (saliendo de esa aventura muy bien parada).

A partir de ahí, tres líneas claramente diferenciadas: una aérea, con vestidos plisados confeccionados en gasa y tul; otra basada en rasos con faldas de gran caída combinadas con flores y plumas, sirena, camisas y abrigos rasos con faldas de gran caída combinadas con flores y plumas; y una tercera parte en la que destacaron un conjunto de creaciones voluminosas pero, a la vez muy ligeras confeccionadas en maravillosos tejidos de fantasía aplicados a un sector dentro del cual, insistimos, es posible abrir nuevos caminos. Maquillajes sencillos, apenas marcando los pómulos, labios y ojos, y recogidos craneales con pequeños moños, que estilizaban el rostros y cuello de las desfilantes, constituyeron la base estética sobre la que se apoyó este sólido edificio construido sobre una confección impecable.

Escotes cerrados, con o sin transparencias, mangas largas ceñidas que se alternaban con otras cortas (o en asimetría), espaldas desnudas o amplias botonaduras laterales o centrales, grandes lazos como detalle y prácticamente ausencia de colas constituyeron otros rasgos destacados de una puesta en escena en la que no faltaron guantes a la muñeca como detalle con el que reforzar la elegancia de algunos conceptos. Hasta para patrones cortos hubo lugar en un romántico paisaje donde los zapatos siguieron la tendencia actual de plataformas y tacones anchos y altos en combinación con las prendas a las que acompañaban.

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