La actual generación de futbolistas está madurando a pasos agigantados, sólo hay que echar un vistazo a los últimos eventos de su agenda más estilosa. El pasado lunes, Madrid y Oporto fueron escenario de sendas entregas de sus premios deportivos más importantes, y si las WAGs que estuvieron presentes lo hicieron embarazadísimas, las que no estuvieron fue por tener que quedarse en casa cuidando de sus bebés recién nacidos. Este último caso fue el de Antonella Rocuzzo, la compañera de Leo Messi, que dio a luz a su segundo vástago, Mateo, en septiembre y el de Pilar Rubio, que aún está recuperándose tras el nacimiento de su segundo hijo, Marco, que llegó al mundo hace poco más de dos semanas. Ninguna de las dos pudo acompañar a sus parejas en la noche del fútbol español. Sí que estuvo la modelo Vanesa Lorenzo, que ya cuenta los días para el nacimiento de su segunda hija. La novia de Carlos Puyol presumió feliz y muy guapa de redondeada silueta premamá con un vestidazo mostaza.

Al mismo tiempo pero a unos cuantos kilómetros hacía su aparición estelar Sara Carbonero. La novia de Íker Casillas se convirtió en la reina de las miradas de una gala futbolera en Oporto, donde vive desde el pasado verano, y es que además de por su belleza tan sólo hacía un par de horas que había confirmado vía redes sociales su nuevo embarazo. La periodista comentó a los medios en su anterior visita a España que prefería "marcar los tiempos" para hablar de este tema, así que fue el lunes a media tarde cuando decidió dar el paso compartiendo una bonita fotografía en Instagram en la que su hijo mayor, Martín, aparece besando su tripita. La manchega prefirió contarlo antes de que los comentarios se dispararan tras su esperada aparición, y es que el vestido largo color granate que escogió para la ocasión no dejaba lugar a dudas. A Sara, con una incipiente barriguita, ya se le nota el embarazo.