"Todo pasa por algo"

Tamara Falcó sentencia a Íñigo Onieva y buscará a alguien "con valores"

Tamara en el acto previsto hoy en el Teatro Real, captada por las cámaras de Telecinco

Tamara en el acto previsto hoy en el Teatro Real, captada por las cámaras de Telecinco

Íñigo Onieva es ya historia para Tamara Falcó. La marquesa de Griñón está en el punto de mira por las infidelidades del que fue su prometido durante unas horas, antes de que apareciera un vídeo en un festival en Nevada, en EEUU. Tamara ha visto una vez más la luz: su ex no se merece más oportunidades, aunque sí su perdón en forma de olvido. La empresaria ha reaparecido hoy, afectada, muy maquillada, pero entera y  hasta ha llegado a bromear con los periodistas.

Tamara acudía este martes al Teatro Real, a una celebración que tenía apalabrada con una constructora (la que le ha remodelado su apartamento). Antes de acudir a su compromiso, del que no quería disculparse con su ausencia, ha dado unas declaraciones en el programa Sálvame de Telecinco. "Todo pasa por algo", ha dicho esperanzada. Ha aparecido en un programa en el que nadie podía esperarse su espontánea intervención. En el espacio más crítico con Tamara, se ha puesto al teléfono, desmarcándose de que en su vida todo es negocio.

"El Íñigo con el que yo me he prometido no es el Íñigo del vídeo", ha resumido ante todos los medios reunidos en el Teatro Real. Su relación se basaba en la libertad, que su ex ha roto con el abuso. Volver

La hija de Isabel Preysler admite que estaba equivocada y que por sus firmes creencias religiosas tiene fe en que otra persona aparecerá para acompañarla. "Quiero a alguien que tenga los mismos valores que yo y que me trate con respeto", ha subrayado Tamara. 

A Sálvame les ha pedido perdón: "porque durante mucho tiempo no os he creído y sin vuestra labor no me habría enterado", ha admitido resignada sobre las infidelidades de Onieva. "Tengo la sensación de que estoy en estado de shock pero en cuanto vi el segundo video que me mostró un colaborador de Sálvame cambió todo", ha relatado.

Ahora quiere un hombre con valores. "La confianza es básica y he confiado hasta que la evidencia era aplastante", asegura. Asevera que no se arrepiente y que actuaría en todo momento igual, aunque de haberlo reconocido antes no habría llegado al punto de prometerse.

A sus 40 años, una de sus prioridades es ser madre, aunque todo lo demás es incógnita.

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