Tiene éxito, dinero y fama, pero a Tom Cruise le falta lo más importante: el calor de su familia. El actor celebró ayer su 51 cumpleaños más triste y amargo. Pero como no hay mal que por bien no venga, su aniversario le ha servido para aclarar sus sentimientos y darse cuenta de que su prioridad es recuperar a su ex mujer, Katie Holmes, de la que se divorció hace justo un año. Cruise lleva meses intentando acercarse a la madre de su hija Suri, de siete años, sin muy buenos resultados. Por ello ha decidido actuar de una vez para demostrarle a la actriz que se ha dado cuenta de que es la mujer de su vida y que hará lo que haga falta por tenerla a su lado, aunque sea como amiga.

Según la prensa estadounidense, Tom está cansado de comunicarse con Katie a través de intermediarios y de ver a su hija menos de lo que le gustaría; y por ello pretende que ambos limen asperezas y empiecen de cero por el bien de la niña. Así, el intérprete estaría dispuesto a abandonar la cienciología, iglesia a la que lleva dos décadas unido. Sus arraigadas creencias religiosas han marcado profundamente la vida personal e incluso profesional del veterano hollywodiense. De hecho, sus férreas doctrinas fueron el detonante de la ruptura de su matrimonio con Holmes, que decidió acabar su relación de manera definitiva por el temor a que las ideas de este grupo religioso acabaran influyendo en Suri, a la que Cruise intentó acercar a la cienciología. "Ahora que ha perdido lo más valioso de su vida se da cuenta de que sus creencias religiosas han destrozado no uno sino sus dos matrimonios", aseguran fuentes cercanas al actor a las publicaciones People y Mirror. Las mismas fuentes han añadido: "Fue un terrorífico amanecer para Tom el día que Katie le entregó los papeles del divorcio. Está acostumbrado a sentirse invencible e intocable, pero cuando perdió a Katie se sintió como un fracasado". Otro amigo íntimo del actor ha dicho a la revista británica Look: "Cuando ella lo dejó fue todo un shock. Él siempre ignoró las señales. Al final no le quedó más remedio que entender que ella necesitaba que todo terminara". El diario The Telegraph, por su parte, ha publicado que para lograr su objetivo de acercarse a su ex esposa, Cruise le ha escrito a ésta una sentida carta con la que espera que la tensa situación entre ambos se suavice cuanto antes, en la misma le cuenta que está dispuesto a dejar el misterio y el escepticismo que envuelve a la cienciología. Según la mencionada Look, en este escrito, Tom reconoce también que Katie siempre será su amor y "la mujer de su vida". Cruise sabe que debe de ponerse manos a la obra sino quiere que sus mínimas esperanzas se esfumen, ya que Holmes no es el primer amor que pierde por culpa de la cienciología, clave en su ruptura con Penélope Cruz. La actriz española decidió poner fin a su noviazgo de tres años con el actor precisamente cuando éste intentó convencerla para que abandonase sus creencias budistas y se adentrase en su iglesia. Parece que tras estas experiencias, el actor ha entendido que debe de hacer algo al respecto.

Katie Holmes pidió el divorcio a Tom Cruise a finales de junio del 2012, con lo que éste es el segundo cumpleaños del intérprete como soltero. Hace un año, su representante confesó que el actor estaba "desvastado" en el día de su aniversario y un año después parece que su estado de ánimo no ha mejorado demasiado. Cruise ha entendido que para avanzar en su vida personal tiene que cerrar algunas puertas, entre ellas la de sus fervientes ideas religiosas. Por ello, ha decidido reducir su actividad con la iglesia y acudir sólo a algunos actos para recaudar fondos de una forma más representativa. A ver si esto le ayuda a levantar cabeza de cara a los 52.