Winnie Harlow, nada que esconder

"La gente tiene la piel blanca o negra; yo tengo ambas". Así de simple entiende y traduce su enfermedad esta modelo canadiense que ha revolucionado el mundo de las pasarelas de la mano de Desigual. Winnie Harlow vio cumplido su sueño el día que la marca catalana dio un sí rotundo a su imagen. Había cumplido uno de sus grandes sueños, aunque antes de conseguirlo habían sido muchas las puertas que se le habían cerrado en el mundo del modelaje. Chantelle Winnie, éste es su nombre real, tuvo una infancia difícil y fue fruto de mofas en el colegio por padeder vitíligo, una enfermedad degenerativa que provoca la muerte de los melanocitos y que provoca manchas blancas en la piel. Los niños la llamaban cebra o vaca, lo que hizo que su autoestima fuera cada vez más baja, hasta el punto de tener pensamientos suicidas. Pero su vida dio un vuelco cuando se trasladó a vivir a Nueva York. Fue allí donde un fotógrafo se enamoró de sus selfies en Facebook y donde la exmodelo Tyra Banks le dio una oportunidad de brillar en las pasarelas a través del programa de televisión America's next top model, una plataforma que le sirvió para alcanzar el éxito que ahora tiene. Winnie cree que tiene aún mucho camino por recorrer en el mundo de la moda y compagina su trabajo en las pasarelas con los estudios de periodismo, aunque sus medidas de infarto acompañadas por su sonrisa permanente, su seguridad en sí misma y su forma vitalista de ver el mundo le servirán de ayuda para hacerse un hueco en el mundo de la moda.

De momento se conforma con tener 739.000 seguidores en Instagram y 24.000 en Twitter.