El éxito de público vino a subrayar el éxito en la arena de Los Barrios en una tarde agraciada y animada por el público. Los jóvenes novilleros llegaron con una sentida afición al reto del festejo benéfico y todos salieron airosos, sacando partido a sus respectivas reses. El tono medio de esta convocatoria fue destacado. La bisoñez de los lidiadores fue suplida por su entrega, torería, ilusión y valor. Se vieron muletazos con profundidad y verónicas con pellizco en este atardecer en La Montera.

El joven rejoneador Pablo Romero Domecq , que abría el cartel, intervino con un corte clásico y ortodoxo, al más puro estilo jerezano y fue un buen arranque para un entretenido espectáculo con un público animoso.

No es común que el hijo del presidente del festejo esté en el ruedo. Las evoluciones de Alfonso Cadaval no afectaron una decisión interesada de su padre, César Cadaval. El humorista en la televisión y en los escenarios se invistió de seriedad, y también de generosidad, para un festejo taurino que tenía también su aire de fiesta en pro de una causa tan noble como la ayuda a la Fundación Manolo Maestre Dávila.