Casa Real

La hija primogénita que nunca reinará

Tiene esa mesura de la que disponen los hermanos mayores. Un saber estar intachable que le ha valido a veces el apelativo de persona distante, muy diferente a la cercanía que desprende su padre cada vez que este acude a un acto público. Elena María Isabel Dominica de Silos de Borbón y Grecia, más conocida como la infanta Elena, nació en Madrid el 20 de diciembre de 1963. Vino al mundo en la clínica madrileña de Nuestra Señora de Loreto y una semana después fue bautizada en la capilla del Palacio de la Zarzuela, ceremonia en la ejercieron de padrinos su abuela paterna, Doña María de las Mercedes de Borbón, y el Infante Don Alfonso de Orleáns.

Es aficionada a la hípica, deporte del que se retiró el pasado septiembre tras haber sufrido un accidente

Doña Elena es licenciada en Ciencias de la Educación. En 1990 pasa por la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB del centro Escuni para una primera formación. Tras esta, completa sus estudios con el paso por la Universidad de Comillas, en la que obtiene su título de profesora. Profesión que llegó a ejercer en el mismo colegio en el que estudió el bachillerato, impartiendo clases de inglés y Humanidades. Años más tarde dio clases en el colegio de sus hijos.

La más familiar de todas, y la más sensible de los tres hermanos, es especialmente recordada por la naturalidad con la que se emocionó al ver desfilar al rey Felipe durante los Juegos Olímpicos de Barcelona, Elena es una gran aficionada a los deportes. En especial, siente pasión por la hípica, el esquí, la vela y la natación. De hecho, será uno de estos deportes el que le llevará a competir contra su hermano, aunque en distintas categorías, en la Copa del Rey de Vela, celebrada estos días en Mallorca. Además de esto, es una gran aficionada a las artes escénicas, como lo es su madre, la reina Sofía. Le gusta el ballet, la música clásica, el arte, la fotografía y el baile por sevillanas, que además suele poner en práctica cada vez que tiene ocasión.

Profesora de profesión ejerció de maestra de inglés en su antiguo colegio y en el de sus hijos

En cuanto a su vida personal, a pesar de conocer todos los detalles de su enlace matrimonial, se corrobora su imagen de persona discreta que se ha mantenido al margen de lo estrictamente necesario como miembro de la Familia Real. El 18 de marzo de 1995 contrajo matrimonio en la catedral de Sevilla, con Jaime de Marichalar. En una celebración ante más de 1.300 invitados, se casó con este joven de tradición noble y monárquica. La pareja, que se divorció tras 14 años de matrimonio, comparte dos hijos: Felipe Juan Froilán y Victoria Federica.

Es después de su relación con Marichalar cuando su vida privada empieza a ser un misterio. Será su afición a los caballos lo que le llevará a mantener una relación con Luis Astolfi, algo que nunca llegó a confirmarse. Como tampoco se confirmaron los rumores de su relación con el arquitecto Alfredo Santos. Este celo hacia una vida discreta, algo que define cada uno de los pasos que rodea a la mayor de las infantas.

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