Pasarela

¿Qué hombre eres?

  • 'Hipster', 'metrosexual', 'retrosexal', 'lumbersexual', 'geek' o 'flogger', ellos también se decantan por una corriente estética

Muy lejos queda ya esa idea de que los hombres no atienden a las tendencias ni se dejan llevar por las corrientes estéticas. Y es que si bien es cierto que hace un par de décadas la imagen varonil, la del padre, era una carcamonia en todas las casas -sobre todo carca- en la actualidad ellos también tienen su forma de ver la vida desde la óptica de un look. No obstante, y aunque en este sentido los dos sexos cada vez están más cerca, siguen existiendo pequeñas diferencias, que en realidad tienen mucho que ver con una cuestión de actitud. Si las modas femeninas van más rápido por el afán de consumir contenidos de blogs y revistas de moda, los hombres se dejan llevar menos por las tendencias del momento, siendo más fieles a su gusto y su personalidad a la hora de crear su fondo de armario. Ya no hay un sólo tipo de hombre, sino que se pueden contar hasta diez. ¿Y tú, qué hombre eres?

Si tenemos que hablar de una cultura fashionista de moda a día de hoy ésa es la hipster. El chico hipster fusiona lo alternativo con lo retro, le da un nuevo uso a lo viejo y siente nostalgia por el pasado. Compra ropa en los mercadillos, es amante de las tiendas de segunda mano y, al mismo tiempo, de los grandes almacenes. Sale a la calle con ropa que parece sacada del armario de sus abuelos, combinando colores, texturas y prendas con total libertad. Les gusta usar gafas de pasta, aunque no las necesiten, para tener un aire de intelectualidad. Su cabello, limpio y cuidado, siempre luce un peinado despreocupado. El desenfado en cada uno de sus conjuntos, el toque bohemio y los modelitos vintage son algunas de las claves del éxito en los estilismos de todos ellos.

Un modo de vestir sin reglas que combinan con el uso de las últimas tecnologías. En el mundo hipster las barbas están unidas a los móviles de última generación y los pantalones de pitillo con el amor por los libros y el cine independiente. Ésta cultura fashion no sólo está en la forma de vestir sino también de pensar y de actuar. Detrás de esas gafas de todos los colores, hay jóvenes que pertenecen a una clase media-alta y generalmente con una preparación académica buena. A veces usan prendas extravagantes y son trendesetters. Suelen tener ciertos aires alternativos y una conversación interesante. En cuanto a estilo, el hipster puede estar cerca del hombre moderno. Sin embargo éste, aunque sí se atreve con todo, no crea tendencia. Es menos arriesgado.

Lejos del hipster está el hombre geek, mucho más práctico, sencillo y funcional. Quizás sólo les una su pasión por las tecnologías. El geek suele decantarse por zapatillas, sudaderas y pantalones de algodón. Suelen tener ingenio aunque son menos conocedores de las necesidades femeninas. A la hora de ligar, la chica que se deje conquistar por un geek tiene que tener algo claro: El ordenador y el móvil formará una especie de triángulo en su relación. Atrayentes pero peligrosos (no de forma delictiva, claro está), su atractivo suele ser alto. Quedan muy lejos de los chicos nerds, la tribu urbana de los 'empollones' asociada a la cultura friki, entre los que se encuadraría el personaje televisivo Steve Urkel. Con ellos la diversión está asegurada.

Pero hay más. Además del archiconocido pero en cierta decadencia metrosexual -esos hombres coquetos, que cuidan su piel y su pelo, se depilan, van al gimnasio, les gusta combinar moda y tienen que lidiar con ser considerados la versión masculina más cercana a la mujer- existen los retrosexuales -todo lo contrario al metro, pues presumen de hombría con un aire un tanto descuidado- y los urbesexuales, a medio camino entre los dos anteriores. Desde hace unos años también se ha puesto de moda el hombre lumbersexual, ése al que le gusta vestir desaliñado, con una prominente barba y camisa de leñador. Ryan Gosling es el ejemplo de chico lumbersexual, que huye de la estética sin perderla de vista y que copa las fantasías femeninas gracias a su manifiesta virilidad.

Su torso, que suele ser fornido, queda lejos de los nuevos fofisanos, esos hombres que encuentran en su belleza real (o mejor dicho, en su barriga cervecera) el punto clave de su estilo personal.

No nos podemos olvidar de los floggers, los chicos -normalmente de edad adolescente- que lucen peinados extravagantes y van vestidos con ropa de colorines y, cómo no, de los siempre triunfadores dandys bon vivant, lo que viene siendo el gentleman de toda la vida. Estos, muy Christian Grey, son hombres que alardean de caballerosidad, seductores, elegantes, sofisticados y que lucen con igual gusto un traje de chaqueta que un look casual. También tienen su encanto. En realidad, todos lo tienen.

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