Desde que se dieran el sí quiero hace algo más de un año en la Abadía de Westminster, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina han llevado una vida de lo más ajetreada. Participan activamente en la vida pública de la Casa Real británica e incluso han dejado en un segundo plano al príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles en cuanto a representación. Los británicos los adoran por lo que no es de extrañar que con motivo de su primer aniversario de boda sus conciudadanos vibraran de felicidad. No obstante, el joven matrimonio prefirió conmemorar esta fecha tan especial en la intimidad y sin grandes festejos: celebraron el primer año de su boda acudiendo a otra. Antes de poner rumbo a la isla de Anglesey, los duques de Cambridge asistieron junto a la hermana de Catalina, Pippa Middleton, al enlace de una de las mejores amigas de la princesa. Hannah Gillighan, compañera de colegio de la esposa del príncipe Guillermo, se casó con Robert Carter en Suffolk, al este de Inglaterra, un evento que los Duques no quisieron perderse por nada del mundo y en el que volvieron a enseñar la mejor de sus sonrisas. Después de la ceremonia, Guillermo y Catalina optaron por descansar lejos de los focos. Después de un año de tanto trabajo y obligaciones, nada mejor que relajarse en la intimidad. ¿Qué le regalaría el príncipe a su bella y elegante esposa?