Pasarela

El mágico rincón de Los del Río

  • Acompañados de un importante número de famosos, Antonio y Rafael se convirtieron en excelentes anfitriones de un negocio que nace bajo el signo del éxito asegurado.

El rincón de Los del Río es el nombre elegido por Antonio y Rafael para una sala de fiestas que, situada en plena sevillana calle Betis, constituye una nueva alternativa cara al disfrute de las mágicas noches de la capital hispalense. Hasta allí, el jueves pasado, se dieron cita una gran cantidad de famosos entre los que no faltaron Carmen Martínez Bordiú -muy abrigada y recién llegada de Santander con un grupo de amigos-, Bertín Osborne -solo pero elegante-, Tomás Terry, la siempre guapa Raquel Revuelta, Farruquito -en compañía de su esposa-, los gaditanos Andy y Lucas, los presentadores Agustín Bravo, Juan Ymedio y Rafael Cremades, María José Santiago, Rafael Peralta, Gregorio Manzano, los políticos del PP, Javier Arenas y Juan Ignacion Zoído, El Mani... Alrededor de 400 personas que quisieron acercarse a un evento que contó con dos madrinas -la duquesa de Alba y Pastora Soler-, y un padrino, el torero Fran Rivera, realmente de excepción.

Así, a las nueve y cuarto, el hijo de Paquirri recogía en su casa a Cayetana la cual, muy sonriente, hizo su estelar aparición en un espacio situado dentro de las instalaciones del conocido restaurante Río Grande a cuyas puertas acudieron numerosos medios de comunicación. Una vez allí, todos pasaron al tradicional corte de cinta roja y a la visita de unas instalaciones en las que, la barra, se habían dispuesto nada más y nada menos que cien pequeñas muñecas, typical spanish, vestidas de blanco inmaculado. De inmediato, el conocido sacerdote Ignacio Sánchez-Dalp, procedió a la bendición de un establecimiento al que, rociado con agua bendita esparcida gracias a un ramito de romero, dedicó un original discurso realizado a raíz de algunas de las letras de la mítica formación responsable de éxitos como la universal melodía de Macarena.

Un hermoso arranque que se complementó con las voces de los anfitriones -y la mencionada Pastora Soler (muy guapa con un traje de Cañavate negro y blanco)-, interpretando la Salve rociera y, cómo no, Sevilla tiene un color especial. Turno entonces para degustar un sabroso catering entre el que no faltaron platos como las cucharitas de tartar de atún y aguacates, los pi mientos del padrón rellenos de tortillas de patata, las bolsitas de patatas chips rellenas de cola de toro o, ya como postre, los bombones de Peta Zeta (provocando una explosión de sushi de arroz con leche con mango y fresas). En definitiva, una fiesta por todo lo alto que se prolongó hasta las cuatro de la madrugada y que, sobre todo, supuso el comienzo de la andadura de un local que nace, a ritmo de bulerías y rumbas, con todas las garantías del éxito. Es la aportación a la hostelería de dos incansables trabajadores que, una vez más, confirman su pasión por una tierra a la que siguen entregando su apasionado corazón.

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