Nacho Guerreros

El portero más entrañable de 'La que se avecina'

  • "En tiempos tan difíciles se agradece que alguien te saque una sonrisa; pero también que hagan un poco de crítica social".

Dice que muchos se decepcionan al oírlo porque esperan que su voz sea la del portero que le ha dado la fama. Pero Nacho Guerreros no tiene nada que ver con Coque, aunque cada vez le tenga más cariño. Ameno, directo y cercano, Nacho se dedica a su profesión con los pies en la tierra y dando lo mejor de sí mismo para intentar sacar una sonrisa en tiempos tan difíciles.

-El personaje que le ha dado la fama es el de Coque en La que se avecina ¿Cómo se siente con el papel, qué le ha aportado?

-Yo me siento cada vez mejor a medida que pasan los años. Coque es como una segunda piel y me ha aportado, además de trabajo una popularidad enorme y estabilidad a todos los niveles.

-¿Interpretarlo es tan divertido como parece?

-Yo me lo paso muy bien, cada vez me divierto más y le saco más cosas. Creo que una de las ventajas que tenemos los actores de series de largo recorrido es que nos afianzamos cada vez más con el personaje.

-¿Y no teme el encasillarse como Coque?

-En absoluto: el actor cuando trabaja tiene que defender a su personaje a muerte, adaptándose a lo que se le da. Le tengo más miedo al paro que al encasillamiento.

-¿Qué pone en Coque de Nacho?

-Primero, le pones mucho cariño; también le das tu físico, aunque en mi caso ni siquiera le aporto la voz. Coque y yo no tenemos nada en común y no nos parecemos en absoluto, pero los polos opuestos se atraen.

-La serie comenzó titubeante y ahora es una de las más seguidas ¿Nos puede dar un adelanto de lo que veremos en la próxima temporada?

-Creo que lo que nos ha pasado con La que se avecina no le ha pasado a ninguna otra producción en la historia de la televisión. Gracias a las reposiciones en FDF la serie dio un vuelco, porque se enganchó muchísima gente y la sexta temporada ha sido la más seguida. No podemos adelantar tramas, pero tras hablarlo con mis compañeros, creemos que esta próxima temporada es la mejor de todas... Los capítulos son redondos.

-Tiene una trayectoria muy larga. ¿Recuerda el primer papel que le dieron y cómo se sintió?

-En televisión mi primer papel fue una figuración en Farmacia de guardia que conseguí a través de una agencia de extras y consistía en pasar por delante de la farmacia. Mi primer sueldo vino con la serie A las 11 en casa. Y en teatro fue una sustitución a un amigo en la que ni se me veía la cara ni tenía ninguna frase, simplemente me movía y llevaba cosas por el escenario. Ambos trabajos los recuerdo con muchísimo cariño, fueron momentos muy especiales.

-Antes de trabajar como actor tuvo otros empleos muy alejados del mundo que le apasionaba. ¿Fue muy duro conseguirlo?

-Tuve que hacer de todo. Esta profesión es muy de masoquistas, porque se nos pone muy difícil, pero como somos tan cabezotas, lo perseguimos hasta conseguirlo. Te esfuerzas por alcanzar un sueño, pero te das cuenta de que nunca se llega al verdadero final, siempre quieres más y hay que estar reciclándose continuamente para resolver tu futuro.

-La Unión de Actores lo nominó en el 2005 al mejor actor de teatro por su papel en la obra Bent ¿Cómo se recibe una noticia así?

-Fue algo maravilloso porque no me conocía nadie, pero todo aquel que salía de ver la obra lo hacía extasiado: me sorprendió. Fue un éxito y es lo mejor que he hecho hasta ahora.

-Para trabajar, ¿teatro o televisión?

-Me gustan las dos cosas y ambas tienen su lado bueno y no tan bueno. En televisión he estado muy bien y te aporta popularidad y estabilidad. El teatro es magia pura, el público está muy presente y el miedo escénico te hace dar lo mejor de ti y tener una buena función, porque el cuerpo está vivo y los cinco sentidos alerta.

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