Pasarela

El punto catalán inicia una nueva era sin Sita Murt

  • La diseñadora deja huérfana a la moda de Cataluña con su repentina muerte, aunque su legado se mantiene con dos de sus hijos al frente de la empresa

Hace una semana que la moda catalana está huérfana. Una de sus grandes damas se despidió con la misma discreción que acostumbraba. Sita Murt se fue sin hacer ruido y sin haber dicho a casi nadie que luchaba contra un cáncer desde hacía algo más de un año.

Los que mejor la conocían la definían como una mujer luchadora, trabajadora y tenaz y así también se comportó en su empresa desde que tomó las riendas a mediados de los 80 tras la prematura muerte de su esposo.

Sita, diminutivo de Carmencita, pertenecía a la tercera generación de una conocida empresa textil de Igualada, una población muy próxima a Barcelona y a la que se sentía muy ligada. Interesada por el mundo de la moda desde pequeña, cursó estudios de Diseño Textil en Sarriá y en la década de los 60 comenzó a adentrarse en la empresa textil de su marido para participar en el diseño de prendas de punto, por lo que fue ganando experiencia en el ámbito creativo y empresarial que le sirvieron luego para tomar las riendas del negocio.

Consiguió poner su sello personal a las prendas, haciendo que la naturalidad, la sensualidad y la comodidad de los tejidos fueran sus principales señas de identidad. Sólo cinco años después de quedarse al frente de la empresa consiguió que sus diseños desfilaran por la Pasarela Gaudí y por Cibeles y, poco a poco, logró que sus prendas de punto encontraran también un hueco en pasarelas internacionales como la Fashion Coterie de Nueva York, la Pure de Londres o Who's next y París Sur Mode de París.

El crecimiento de su marca fue rápido, quizá demasiado, como ella misma llegó a reconocer, y llegó a tener seis tiendas propias en España y más de 1.500 puntos de ventas en el extranjero, entre ellos en los prestigiosos almacenes internacionales Tzum de Moscú o Galerías Lafayette de París.

No pudo evitar que la crisis le pasara factura y tuvo que hacer frente a un concurso de acreedores, del que acababa de salir victoriosa. Su vitalidad y sus ganas de seguir ampliando el negocio le dieron fuerzas para iniciar una nueva etapa, marcada por una estrategia de expansión internacional en Estados Unidos y Portugal, de la que no ha podido ver su final. Lo que sí consiguió ver en marcha fue la tienda on line y la nueva web, que puso en marcha el pasado mes de noviembre.

Aunque Sita vistió de luto a la moda española el pasado lunes, su legado seguirá estando presente en las pasarelas, ya que dos de sus hijos se quedan al frente del negocio.

La recordaremos como una empresaria enérgica y valiente, una mujer sencilla y de sonrisa permanente que no dudaba en agradecer su trabajo a todos los que la rodeaban. Ahora es el mundo de la moda quien debe agradecerle su aportación y recordarla con su misma sonrisa.

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