Pasarela

En la radio y en la tele, pero ante todo humorista juan carlos ortega

De tantas cosas que ha hecho ni él mismo sabe bien cómo definir su profesión. Presentador de televisión y radio (compatibiliza Radio Nacional con la SER), escritor y dibujante. Pero si hubiese que describirlo con una palabra esa sería sin duda alguna humorista, una cualidad que le acompaña tanto en su vida profesional como personal. Actualmente es colaborador de los radiofónicos Hoy por Hoy y No es un día culquiera y conduce una serie documental para La 2, La mitad invisible. Además acaba de publicar su quinto libro, El Universo para Ulises.

-En este Universo para Ulises ejerce de divulgador de ciencia...

-Es algo que me apasiona y en este libro lo hago de forma muy especial. Ulises es mi hijo de cinco años e intento transmitir misterios del Universo a través de su mirada. Y aunque sea la visión de un niño está dirigido a los adultos, ya que a través de la mirada de los más pequeños podemos aprender mucho.

-Es colaborador del programa Hoy por Hoy de la SER, en el que siempre realiza gags humorísticos. El día que está triste ¿cómo lo hace para trabajar?

-No trabajo (risas). He conseguido ser sincero con mis jefes y decirles "oye mira, que tengo un mal día así que hoy no trabajo, si queréis me lo quitáis del sueldo pero para hacerlo mal mejor no lo hago". Sin alegría no se puede crear, por eso un día triste es imposible que me salga algo. A quien me diga que Cervantes hizo el Quijote triste no me lo creo.

-¿Qué importancia tiene el humor en su vida diaria?

-El humor es el mejor antidepresivo que existe. Los pequeños dramas del día a día se pueden terminar gracias al humor, y eso es lo que yo intento hacer siempre en mi vida. Aunque también es verdad que algún día me levanto triste y no hay por donde salga lo cómico. Pero por lo general me lo tomo todo con humor.

-Pero habrá ocasiones en las que se tenga que poner serio...

-Sí, el problema es que cuando a veces hago algo serio hay quien se ríe porque se creen que lo hago con humor. Los primeros libros que escribí no estaban hechos en clave cómica y la gente me decía "¡qué buen libro, qué risa!" y yo siempre diciendo "¡pero oye, que no!". Lo mismo me pasa con algunos comentarios que hago en Facebook o Twitter, pero mejor que la gente ría aunque esa no sea la intención.

-¿Y le ocurrió lo contrario, que ha hecho una gracia y nadie se ha reído?

-Sí, y eso sí que sienta muy mal. Lo bueno es que con tantos años de experiencia ya sé cuando algo de lo que hago va a funcionar seguro, así que intento no arriesgar mucho.

-Se sentirá un afortunado, algo fundamental en su vida como es el humor es también su profesión...

-La verdad es que sí, cuando tengo vacaciones la única diferencia que noto es que no madrugo tanto porque hago las mismas cosas y el humor está igual de presente.

-¿Cree que la situación actual del mundo se puede ver con comicidad?

-Hasta en las guerras se hace el humor. Digamos que hay que aprender que la risa va por un lado y la realidad por otro. Así que sabiendo separar las dos cosas sí es posible. Aunque a mí no me gusta hacer humor de temas de actualidad. Siempre los hago de temas comunes e importantes como el amor, la felicidad o la familia.

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