La Virgen del Rocío navega ayer por un mar de cabezas ante la casa de hermandad de Jerez.
Foto: Juan Carlos Toro
Un romero brinda una petalada a la Blanca Paloma.
Foto: Juan Carlos Toro
Dos mujeres se arrancan a bailar por sevillanas en el patio central de la casa hermandad.
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Una pequeña romera, a hombros, para ver mejor a la Virgen.
Foto: Juan Carlos Toro
El grupo de amigos de La Albarizuela al Rocío no faltó a la cita.
Foto: Juan Carlos Toro
Uno de los ‘bautizos’ en la casa de la peña La Carbonera.
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La Reina de las Marismas frente a la hermandad de Jerez. Estuvo frente a ella más de un minuto que se hizo corto para los romeros jerezanos.
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Un pequeño es llevado en volandas para tocar a la Virgen.
Foto: Juan Carlos Toro
Un hombre levanta a un niño ante la Blanca Paloma para que reciba todas sus bendiciones.
Foto: Juan Carlos Toro
Los almonteños agarran las andas de la Virgen. La procesión por la aldea duró cerca de diez horas. El salto de la reja se produjo apenas unos minutos antes de las tres de la madrugada.
Foto: Juan Carlos Toro
Colocando velas a la Virgen como ofrenda y ver cumplidas así muchas peticiones de los romeros y de quienes no pueden asistir a la cita.
Foto: Juan Carlos Toro
La petalada a la Señora desde la casa hermandad no faltó.
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Un romero, ensimismado, ante el Simpecado de Jerez
Foto: Juan Carlos Toro
El padre Alexis, junto a la carreta del Simpecado de Jerez, a buen recaudo en la aldea almonteña.
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