Nuevo capítulo polémico en la Hermandad del Cristo. El obispo ha recibido un escrito de dos jóvenes hermanos en el que se acusa a la junta de gobierno de sacar papeletas de sitio duplicadas, ejercer tráfico de influencias y jugar "con los sentimientos y anhelos de personas jóvenes como nosotros". La denuncia tiene su origen en unos hechos que se narran con detalle y apoyada con pruebas documentales. En el año 2014, ambos jóvenes consiguieron del hermano mayor, tras " seguir su 'consejo', por no llamarlo de otra forma, de responder a la Junta, colaborando y apoyando su labor", sus papeletas de sitio como cargadores del Cristo. Sin embargo, subrayan, que "nuestra dicha en poco tiempo se convertiría en un infierno y es que, acto seguido, en esa misma reunión, se nos notifica que no debíamos contar nada de lo sucedido a nadie, bajo ninguna excepción (...) explicándonos que en San Juan había más hermanos con los mismos derechos que nosotros para subir al Cristo, y que si se enteraban exigirían explicaciones y para evitar problemas, debíamos callar".

Con remordimiento de haber traicionado a los restantes cargadores de San Juan, según cuentan los afectados, llegaron al después unas elecciones en las que, como dijo a este medio monseñor Mazuelos, hubo amnistía para que se presentará quien quisiera; en ese punto, el hermano mayor les comunica que renuevan como cargadores en el Cristo junto a otros más, "de forma oficial, y no de 'estraperlo' como la última vez, y nos exigió que siguiéramos siempre sus directrices y normas".

Cuentan que se crea un grupo de mensajería entre los nuevos cargadores y el delegado cuadrillas en el que se les cita el 7 de marzo pasado a una reunión de la cuadrilla en San Francisco, "pero el mismo delegado nos prohibe el asistir ", añadiendo en la denuncia que les ordenó, por mensaje, que "las papeletas que teníamos en nuestro poder no debíamos llevarlas con nosotros este Viernes Santo, que al entrar en San Francisco, se nos harían entrega de otras nuevas. Esto, evidentemente, para evitar problemas y altercados sin alguno de nuestros hermanos del Cristo, San Juan o de dirección de cofradía descubría que todos nosotros poseíamos doble papeleta, un sitio en el Cristo que dejara expuestas las ilegalidades del delegado de cuadrillas, el hermano mayor y los cuadrilleros". "Hartos de tener que pasar por esta situación humillante, ilegal y denigrante, decidimos dar un paso y negarnos a seguir dichas instrucciones", afirman al prelado los dos hermanos. La denuncia concluye de forma contundente diciendo "haber padecido engaños y humillación por parte de esta serie de personas hacia nosotros y nuestros sentimientos (…) se ha estado jugando con nosotros como si de mercancía fuéramos".

"Primeramente se nos engañó para después, obligarnos a mentir, ocultar y actuar de forma clandestina", y piden al obispo su intervención porque "usted es el único que puede evitar episodios tan desagradables como los que hemos vivido y así se haga justicia con los hermanos cargadores, tanto del Cristo como de San Juan".